sábado, diciembre 11, 2010

Desilusionarse (Sobre el 3° Domingo de Adviento)

"¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?" ¡Qué cruda la pregunta de Juan el Bautista! No tanto para Jesús, pero sí para él mismo. Hay que animarse a preguntar algo que puede romper con nuestras esperanzas y previsiones. Al decir esto se juega el todo por el todo. 

A Juan le pasa lo que a varios de nosotros en distintos momentos de nuestra vida: hemos creído que Jesús es Dios, que es el Mesías, pero no terminamos de creer o de aceptar su manera de serlo. Tenemos que vivir una "segunda vuelta" de nuestra fe, que muchas veces la vivimos cuando un dolor o una crisis entra en nuestra vida. Más allá de las diferentes cosas que uno vive y escucha frente a la dimensión crítica de nuestro camino, hay algo que es cierto. Toda crisis implica una cierta desilusión. Una pretensión nuestra, una expectativa se quiebra, un sueño se esfuma. Pocas experiencias son tan dolorosas como esta, cuando algo que anhelábamos se nos deshace y nos deja con las manos vacías de futuro. 

Pero en estas desilusiones está muchas veces la semilla de un camino nuevo, más profundo y real. Es ahora cuando podemos empezar a vivir desde la autenticidad, cuando el otro y yo mismo podemos mirarnos desde lo que somos y elegirnos desde nuestra verdad, y no a partir de nuestras fantásticas idealizaciones. En muchas de nuestras expectativas hay una omnipotencia y un narcisismo escondido que gracias a Dios quedan heridos de muerte al vivir estas crisis. 

En mi primer año de seminario, uno de mis formadores me hablaba de esto, y me dijo algo que se grabó profundamente en mi memoria: "Cuando nos desilusionamos, no perdemos nada, porque simplemente se ha esfumado eso: una ilusión. No la realidad". 

Juan el Bautista encontró en las palabras de Jesús los signos de un mesianismo diferente pero mucho más profundo y fiel a la Palabra de Dios que el que él se había imaginado. Su ilusión tenía que deshacerse para despertarse a algo más luminoso y grande que Dios le ofrecía. Tal vez tengamos que protestar menos cuando algún proyecto se nos cae de la manos, porque probablemente el Señor nos esté preparando algo mejor. O por lo menos, más real. 

viernes, diciembre 10, 2010

Miedo de amar II

Nos retobamos, escapamos, ponemos excusas para no ser invitados a la fiesta (probablemente porque intuimos que no estamos a la altura de la participación), o tememos el momento del encuentro... pero cuando nos entregamos, nos damos cuenta que era lo mejor que nos podía pasar en la vida.

martes, diciembre 07, 2010

Sobre los miedos

Vengo pensando mucho sobre los miedos últimamente. Los propios y los ajenos. Es notable como el miedo es una fuerza conductora de muchísimas opciones y estilos de vida, a veces sutilmente escondido detrás de la racionalidad, la prudencia y el buen tino. 
¿De dónde viene el miedo? En la Biblia la primera vez que aparece es cuando el hombre se da cuenta de que está desnudo al comer del árbol del conocimiento del bien y del mal, cuando quiere erigirse en su propio Dios. Pareciera entonces que hay una relación entre el miedo y la individualidad a toda costa, el querer erigirse como sostén y controlador de todo y percibir al mismo tiempo que esto es imposible. ¿Será que el miedo brota cuando percibimos esa fragilidad y no nos animamos a manifestarla? Y así nos escondemos mientras Dios pregunta "¿dónde estás?".

Pero también es cierto que hay un miedo a dejar que lo más propio salga a la luz. Cuando nos dejamos llevar por la corriente, cuando elegimos lo fácil frente a lo conflictivo en aras de una falsa paz de cadáveres, cuando nuestros sueños se ahogan antes de empezar a nadar. Es el miedo de la promesa, el miedo a la desilusión del amor. El que hace que no digamos quiénes somos y que no nos juguemos porque tal vez no seamos suficiente para el otro, o para el lazo, o para la comunidad, o para la misión... El miedo que hace que Pedro diga "Aléjate de mí, Señor, porque soy un pecador". Ese miedo que nos hace más de una vez empujar lejos de nosotros a los que nos quieren y por eso mismo son una amenaza (como decía tan bien Borges en su poema citado recientemente). 

El camino, creo, pasa por el amor y la confianza. Abrirse al otro y la promesa que trae consigo, porque es así como se disipan las ilusiones de pesadilla generadas por el miedo. Sólo un amor más grande que nuestros temores puede llevarnos más allá. Nadie lo dijo mejor que esa frase fabulosa de la primera carta de Juan:

En el amor no hay lugar para el temor: al contrario, el amor perfecto elimina el temor, porque el temor supone un castigo, y el que teme no ha llegado a la plenitud del amor. (1 Juan, 4, 18)

martes, noviembre 30, 2010

Están pasando más cosas buenas de las que imaginamos.
En algún lugar, alguien elige perdonar.
Alguien está pensando en dar su vida por amor.
Otro vela el sueño de alguien que ama.
O llora de amor o de pena alguien que ya no sabe cómo expresarse.
Alguien tiene un gesto de amor puro.
Hay más, más de lo que imaginamos.

Miedo de amar

El otro día releía ese poema maravilloso de Borges, "El Amenazado":

Es el amor. Tendré que ocultarme o que huir. 
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz. 
La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única. 
¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras, 
la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas, 
la serena amistad, las galerías de la biblioteca, las cosas comunes, 
los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño? 
Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo. 
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se 
levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por las ventanas, pero la sombra no ha traído la paz. 
Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo. 
Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles. 
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar. 
Ya los ejércitos me cercan, las hordas. 
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.) 
El nombre de una mujer me delata. 
Me duele una mujer en todo el cuerpo.

Es un texto realmente maravilloso, porque muestra tan claramente de qué manera el amor irrumpe y nos llena de temor y anhelo al mismo tiempo. Y de golpe nos damos cuenta que nada sirve para nada, que todas nuestras medallas son apenas barreras para el encuentro, que simplemente estamos llamados a ser para el otro y desde el otro. Pero entrar en este dinamismo de gratuidad, donde, como dice también Borges "no hay poseedor ni poseído, pero los dos se entregan", nos aterroriza. Y tantas veces terminamos comprando sucedáneos que nos atontan y nos hacen pensar que en realidad no nos hace falta amor. Es la tentación de la omnipotencia controladora que tantas veces rige nuestra vida. Pero si por un momento glorioso elegimos la pobreza del amor, nos hacemos ricos en serio.

lunes, noviembre 29, 2010

¿Por dónde iréis hasta el cielo/ si por la tierra no vais?
Pedro Casaldáliga, 
Preguntas para subir y bajar el Monte Carmelo

Esta vida es la que se nos da para hacerla antesala del cielo, no hay otra.
Estas personas con las que comparto mi camino son las que me invitan a amar y dejarme amar. No hay otras.
Esta Iglesia, este país, esta realidad es en la que Dios se hará presente. No hay otra.
Este corazón mío, con sus heridas, sus dones y limitaciones, con su historia y su presente es aquel con el que soy llamado a la plenitud y la vida. No hay otro.

Qué fácil es pensar que en otro contexto, en otras alternativas o con otras personas todo sería mejor. Pero es mentira y tentación. Este camino que tengo es el que me lleva al cielo. Y para llegar, tengo que hollar en él cada vez con más fuerzas. Ir a lo profundo de mi corazón, más allá de las heridas, donde se oculta la fuerza de la vida. A lo profundo de los vínculos, más allá de las desilusiones y los choques, donde está el encuentro. Más allá de las fachadas, donde se intuye el paso de un Dios vivo y escondido, donde el amor dice su palabra última, la única que da sentido a las cosas.

jueves, octubre 28, 2010

Hablar desde el camino

Muchos hablan hoy de encontrar un nuevo lenguaje en la pastoral, que tienda puentes (función de todo lenguaje). Una de las maneras de profundizar en esta búsqueda es empezar a hablar desde el camino. Desde las búsquedas personales y comunitarias. Desde el mirar un horizonte común y no desde el proponer metas y normas inalcanzables. Desde el sentirse fascinados por una belleza que nos atrae y que queremos compartir con los otros peregrinos.

jueves, octubre 21, 2010

Momentos de transfiguración

Pensando en Tania y Andy, que se casaron este sábado...

Qué momento de gracia cuando el misterio del otro se nos revela, desbordando de luz y de gloria,cuando tomamos conciencia de la persona que está al lado nuestro.Y más cuando, del mismo modo que en el monte Tabor, percibimos que esa luz viene de lo profundo de alguien frágil, vulnerable, que camina hacia la cruz, como todos. Todos necesitamos experiencias así. Sin transfiguración no hay amor. 
Sólo sé que una vez más
el rumor de tus sandalias pasa cerca
un sonido sutil del silencio
un dulce peso en el alma
una voz que me lleva al desierto
donde el poder muere para hacer sitio al amor
donde el pan partido es escuela
donde la noche está grávida de vida

y tu voz me hace recuperar la mía.

martes, octubre 19, 2010

Constructores de nuestro propio camino

En estos últimos meses he tomado mucha más conciencia del peso que tienen nuestras acciones. Limitadas, frágiles y condicionadas, como somos nosotros mismos, cada "sí" y cada "no" tienen sin embargo una fuerza enorme escondida en su interior, sobre todo cuando en vez de ser decisiones dispersas nuestras opciones tienen un hilo conductor, un horizonte previo que las unifique y concentre. Esto no debiera ser algo que nos presione, pero sí que nos haga tomar conciencia de que podemos elegir-nos, y que esas elecciones pueden convertirse en la afirmación más precisa de nuestro misterio. 

Y al mismo tiempo, cuanto más vamos realizando ese camino nos vamos dando cuenta que llegar a ser plenamente nosotros mismos siempre será un don, algo que se nos otorga y que no podemos simplemente arrebatar. Es una conquista regalada, un llegar al lugar en el que siempre estábamos. Quizás por todo esto me doy cuenta que no se trata sino de caminar humildemente, como dice ese poema despojado y hermoso de Hugo Mujica:


como toda una vida en el gesto
                                  de apenas los dedos.

ya no pido el horizonte,
                                ruego mis pasos  

Así vamos todos, rogando nuestro caminar cotidiano. Pero debiéramos hacerlo con una buena mezcla de seriedad y ligereza, con perseverancia y paciencia, con la paz que da saber que es Otro quien nos lleva y la alegría que brota de ser uno quien elige al mismo tiempo tomar las riendas de la propia vida. 

lunes, octubre 18, 2010

Un nuevo blog...

... no suele ser noticia. Pero cuando el que lo abre es un amigo y un poeta y persona cabal, uno no puede menos que promocionarlo. Además. ¿cuántas veces en la vida uno tiene la suerte de que le dediquen un poema? Pueden leerlo aquí y encontrar más cosas en "El corazón y el alma al descubierto". ¡Que lo disfruten!

martes, octubre 05, 2010

Camino hacia la Pascua dando gracias

Hace un par de años leí un librito espectacular del Cardenal Vanhoye "Tanto amó Dios al mundo. Lectio sobre el sacrificio de Cristo". Altamente recomendable para entender bien la noción de sacrificio desde una perspectiva bíblica y cristológica.
Dentro de  ese librito, destaca una joyita: un capítulo sobre el sacrificio como acción de gracias, donde describe la particularidad del agradecimiento de Jesús, que agradece no por recibir sino por la posibilidad de dar algo (en este caso en particular, a sí mismo) y que agradece no después que algo ocurra sino antes (de manera similar a cuando está por resucitar a Lázaro). 

El agradecimiento anticipa la realidad, es un paso de confianza sostenido por la certeza de la providencia y el amor bondadoso del Padre. Me ha hecho vivir de otra manera de la eucaristía. Ahora cuando llega el momento de la consagración muchas veces pienso en aquellas cosas de mi vida que están en tensión, sin resolverse: conflictos cuya resolución no asoma, preguntas e incertidumbres, dolores que siguen sanándose (propios y ajenos)... trato de que todo eso entre allí, en ese momento misterioso y sagrado donde la acción de gracias de Cristo toma todo lo que soy y vivo y lo deposita con amor y suavidad en las manos del Padre. Y eso me ayuda a confiar en que, de alguna manera, la Providencia de Dios va a actuar y transformar esa realidad que por ahora es simplemente un grito abierto a la intervención del Señor. 

lunes, septiembre 27, 2010

Gestos de amor - Permanecer despiertos

Amar es permanecer despiertos. Elegir una vida con el corazón y los ojos abiertos, capaces de estar atentos a lo que pasa dentro de nosotros y a nuestro alrededor.  Esto no es fácil. Pareciera que las pesadillas nos esperan al despertar y por eso mismo elegimos dormirnos, entumecernos frente a lo que pasa y nos pasa. Sin embargo, lo que no percibimos desde la atención no deja por eso de anidar en algún rincón para lastimarnos y dominarnos. Tal vez por eso la atención es una disciplina espiritual que está en el corazón de todo viaje espiritual y de toda verdadera experiencia de crecimiento. Y probablemente por eso mismo en muchas religiones las experiencias de crecimiento se vinculan con un despertar. Así se les decía a los primeros cristianos al bautizarlos: “Despierta, tú que duermes en la sombras”. Y cuando a un maestro Zen le preguntaron cuál era el secreto para la iluminación dijo “Atención. Atención. Atención”.



El amor pide estar despierto. Es mentira que el amor es ciego: pide cada vez más luz, porque el amor no puede vivir si no va a lo más profundo. Cuando el amor está despierto, anticipa la realidad y permite que eso que soñamos deje de ser sueño y empiece a ser realidad.

Hacer este camino pide una verdadera entrega, un don de uno mismo, un despojarse de la omnipotencia, porque para poder estar atentos hay que vaciarse de uno mismo. Y esto es una cruz, un dolor, una muerte. Pero es una muerte grávida de vida, un dolor necesario para ganar esa hondura indispensable para crecer, amar y ser feliz. 

viernes, julio 23, 2010

Salir a misionar

 

Mañana salgo a misionar una vez más. Será breve, apenas una semana (dos días en San Antonio de Areco y el resto en Trenque Lauquen). ¡No puedo esperar! Cada vez que vivo una misión vuelvo a renovarme en los núcleos de mi fe: el encuentro con Jesús, el llamado a compartirlo, el vivir en la sencillez junto a otros. Son días del Reino… días de Fuego. Días para dejar por las calles, como dice un himno de la Liturgia, el rumor de las sandalias de Jesús.

 P1010580

domingo, julio 18, 2010

Los ritos

Ahora que estoy a punto de sentarme a escribir, pienso antes en los ritos que rodean este momento. Es necesario tener a mano cosas que me inspiren y me predispongan mejor. Tener mi gorrito de lana verde (auténtico "thinking cap" de los últimos meses), mi taza de café caliente, la lámpara de aceite y la imagen serena de San Juan el Teólogo... algo de música de fondo... y ya estoy listo.

No debiéramos despreciar los ritos. Gente tan de carne y hueso como nosotros debiera saber que nuestro cuerpo necesita acompañar al corazón cuando se lanza a cualquier aventura, so pena de pagar un precio si lo olvidamos. Y cuando todo en cambio está en unísono, pareciera que una energía nueva brotara de nuestras manos y que ellas se prestaran con más entusiasmo a la obra que si sólo nos hubiéramos sentado a darle a las teclas.

Los ritos son importantes, ciertamente, para darnos cuenta que cada momento tiene su sacralidad, su liturgia personal que es necesario amar, cuidar y fomentar.

jueves, junio 24, 2010

Gestos de amor - Hacer lugar

Si bien en general lo primero que viene a nuestra mente al pensar en el amor es la unión, la intimidad, el abrazo... no es menos cierto que una dimensión insoslayable del amor es la de dejar lugar, la de hacer sitio. No hay amor verdadero si en algún momento no se recorre el camino que permite darle espacio al otro para que crezca.
¡Esto no es nada fácil! Sin embargo, es condición y creación del amor, como dice un autor. Cuando el amor es real genera autonomía, se hace interior al amado/a, lo hace libre, fuerte, interdependiente (que no es lo mismo que dependiente). El amor verdadero genera espacio para respirar.

I can feel your love teaching me, how
Your love is teaching me how,
how to kneel, kneel

U2, Vertigo

El amor nos lleva, siempre, en algún momento, al asombro y la alabanza. Llegamos eventualmente a esa instancia en la que percibimos que el don de que el otro nos quiera es eso, es puro regalo, pura gracia. Y uno se pone de rodillas frente a ese amor, que nos revela algo más grande y sorprendente que cualquier otra cosa: el milagro de la soledad rota, de la comunión ofrecida porque sí.

jueves, junio 17, 2010

Iron Man, o la fuerza de la debilidad

Soy un fanático de los cómics desde chico. Y desde chico también presencié el ingreso creciente (con mejor o peor suerte) del mundo del cómic (aquí en Argentina mucho menor que en otros lugares) en el mainstream a través del cine. En los últimos años proliferan las adaptaciones (crisis de creatividad de Hollywood o filón que siguen explotando por sus réditos y el merchandising que puede tener, sólo Dios sabe) de historietas a una  versión cinematográfica. Entre las más afortunadas están las dos películas de Iron Man, protagonizadas por Robert Downey Jr., sumamente exitosas a nivel crítico y comercial. Iron Man es, casualmente, uno de mis superhéroes preferidos (los otros dos son Linterna Verde - que pasa al cine en el 2011 - y Batman). 


La historia es bastante conocida por todos: Iron Man, industrialista especialista en armamentos, es capturado y al serlo recibe una herida en el pecho que le deja trozos de metralla en camino al corazón, dejándolo literalmente a centímetros de morir. Construye una batería para mantener alejadas las esquirlas alojadas en su pecho, que a la vez se vuelve el motor para una armadura que irá perfeccionando con el paso del tiempo y  le permitirá convertirse en Iron Man para redimir de sus faltas del pasado.

Ahora bien, no pretendo leer en la historia más de lo que ella pretende decir. Pero hay algo que me gusta especialmente del personaje y de su relato iniciático: para Iron Man el punto de partida de su transformación es la experiencia de la fragilidad. Lo mismo que lo está matando es lo que luego será el puntapié para una transformación interna que terminará convirtiéndolo en héroe. A diferencia de otros, como el invulnerable Superman o el estoico Batman, su fortaleza reside en aquello que también lo hace más vulnerable. 

Y si bien luego Tony Stark (el álter ego de Iron Man) se recubrirá de una armadura, signo de su nueva fuerza, esa parte suya permanece siempre expuesta. Da que pensar a la hora de ver cómo vemos nuestras propias debilidades, ¿verdad? Como decía el hermano Roger, "en la misma herida en que se hunden las angustiosas inquietudes se elaboran también las energías para amar.".

miércoles, junio 16, 2010

Cuando la mano izquierda no sabe lo que hace la derecha

De eso habla el Evangelio de hoy (miércoles de la Semana XI del tiempo durante el año). Qué momento glorioso cuando los gestos de amor se han vuelto tan parte nuestra que justamente ni siquiera nos damos cuenta que estamos amando. Esta frase de Jesús me hace acordar a esa frase budista que afirma "El mejor Buda es el que no sabe que está iluminado". Lo más lindo de los santos es que ellos viven así, y que van desparramando amor casi sin darse cuenta, de la misma manera que uno ve a un deportista moverse con agilidad que parece espontánea y natural simplemente porque se ha vuelto un virtuoso de lo suyo y así ni siquiera piensa en lo que está haciendo.

Tras las huellas de Elías

Quedé enamorado de la figura del profeta Elías después de estudiar todo su ciclo en el Libro de los Reyes cuando cursé históricos. El hombre de Dios, el profeta fogoso, tan carismático y al mismo tiempo de golpe tan frágil, el enviado más importante después de Moisés... Sus relatos están llenos de matices que lo hacen digno de una película. 

Me gusta el pedido de Eliseo antes de la "ascensión" de su maestro: dos tercias partes de su espíritu.Quisiera pedírselo hoy también: un poco de esa pasión para anunciar la presencia de Dios, de su fidelidad a la Palabra, de su fortaleza y su fuego. 

Al mismo tiempo, me quedo pensando en ese último gesto de Elías que es, justamente, el de irse. ¡No es fácil irse para los maestros y reconocer que es el momento de dejar el lugar a otros, saber que lo mejor nuestro vive en los demás!... Que es momento de partir para que todo lo sembrado tenga el aire suficiente para crecer. Confiar en la bondad de la tierra, del corazón de los demás. Y en su originalidad y libertad para ser mejores que nosotros. Pienso en Jesús, que llega a decirle a sus discípulos que harán obras más grandes que él. ¡Él dice eso! ¿No es sorprendente! Él, el maestro y el Señor, dice que conviene que él se vaya. Porque su Espíritu hará de ellos verdaderos apóstoles, plenamente ellos mismos y al mismo tiempo (o tal vez por eso) un reflejo claro y fiel de Jesús.

martes, junio 15, 2010

De Teilhard de Chardin


"Un día el Hombre tiene conciencia de que es sensible a una cierta percepción de lo Divino extendido por todas partes. Preguntadle. ¿Cuándo se ha iniciado este estado en él? No sabrá decíroslo. Todo lo que sabe es que un espíritu nuevo ha atravesado su vida." 

"Llegará el día en que después de aprovechar el espacio, los vientos, las mareas y la gravedad; aprovecharemos para Dios las energías del amor. Y ese día por segunda vez en la historia del mundo, habremos descubierto el fuego."

Un Santo poeta

Hace unos días celebramos la fiesta de San Efrén el Sirio, un santo poeta y teólogo. Se ganó uno de los piropos más lindos de la historia de la Iglesia, pues se lo ha apodado "la cítara del Espíritu Santo". Qué bueno que, junto a teólogos y misioneros, a pastores y mártires, a grandes impulsores de obras de caridad... también haya santos poetas y artistas. Personas que nos recuerdan el misterio, que con palabras sugieren lo que está más allá de las palabras, la belleza silenciosa e infinita que pide de infinitas maneras ser cantada y nombrada. ¡San Efrén, ruega por nosotros!

domingo, junio 13, 2010

Lc 7, 36-50

Cuando me miraste, y vi que me aceptabas,
que no había sino misericordia
entonces mi pasado fue pasado
y el futuro se llenó de promesa y esperanza.

Porque me di cuenta que el amor estaba ahí,
esperando para que tu mirada lo descubra
y tu perdón lo libere.

jueves, junio 10, 2010

Oración para perseverar en comunidad

Me pidieron esta oración para un encuentro de jóvenes. ¡Espero que les guste!



Como elegidos de Dios, sus santos y amados, revístanse de sentimientos de profunda compasión. Practiquen la benevolencia, la humildad, la dulzura, la paciencia. Sopórtense los unos a los otros, y perdónense mutuamente siempre que alguien tenga motivo de queja contra otro. El Señor los ha perdonado: hagan ustedes lo mismo. Sobre todo, revístanse del amor, que es el vínculo de la perfección.
Que la paz de Cristo reine en sus corazones: esa paz a la que han sido llamados, porque formamos un solo Cuerpo. Y vivan en la acción de gracias. (Col 3, 12-15)

Jesús, una vez más nos reunimos para descubrirte presente entre nosotros, para dar gracias por el enorme regalo de tu presencia fiel y constante en nuestra comunidad. ¡Qué alegría enorme saber que nos elegís, que nos mirás con amor a cada uno de nosotros y decís nuestro nombre para llamarnos a compartir la vida con vos! En esa elección, en ese sí que pronunciás sobre nosotros está el secreto para perseverar. Sólo podemos elegirte porque vos nos elegís primero, porque tu sí es constante, firme como la roca sobre la cual podemos siempre apoyarnos. Sólo podemos construir nuestra perseverancia sobre tu amor, sobre su abrazo que siempre nos recibe y nos vuelve a confirmar. 

Por eso queremos dejar en tus manos nuestros miedos frente al futuro, nuestras inquietudes, nuestras dudas… todo lo que hoy en nuestro corazón oscurece la esperanza y la alegría que nos da tenerte cerca. Todo lo que nos impide ver claro cuando queremos mirar hacia delante. Queremos que nos digas las palabras que siempre repetís cuando llamás a alguien: “No temas” y “Yo estaré contigo”. 

Jesús, muchas cosas nos inquietan al pensar en el camino que nos proponés. El miedo a lo que dirán los demás; la sensación de soledad que a veces nos inunda; el saber que somos frágiles y pequeños, responsables de un regalo inmenso. Qué bien que nos hace entonces saber que nos llamás, pero además, que nos llamás junto a otros que comparten la misma vocación, el mismo llamado, el mismo don. Vos nunca invitás a vivir este camino en soledad: siempre es lado a lado con los que se descubren amados y sostenidos por vos. Sólo así podemos encarar el desafío de vivir tu amor y de anunciarlo a los demás. 



Vos dijiste que en el amor mutuo entre hermanos estaría nuestro distintivo, nuestro rasgo más particular y único. Es lo que hace que en el mundo tu presencia se haga más clara y fuerte, lo que permite que la canción de tu Evangelio resuene en los corazones de la gente. Por eso queremos empezar por ahí: por cultivar el amor que vos nos regalaste, por crecer en el deseo de amar y ser amados. 



Ayudanos a descubrir que tener hermanos que comparten la fe y la misión es un regalo; que podamos mirar al otro con asombro y agradecimiento, porque su mera presencia es un regalo para nosotros. Que podamos también tomar conciencia que nosotros tenemos algo único para aportar, algo para darle a los demás, a nuestra comunidad, que nadie más puede dar. 



Jesús, cada vez que vos llamás a hermanos a compartir y vivir juntos en el amor, un poco del cielo se hace presente acá en la tierra. Que en nuestra comunidad, en nuestras casas, con nuestros amigos, al vivir el amor que vos nos regalás, podamos ir preparando ese cielo que vos soñás para todos. Que al ver cómo nos tratamos, nos queremos y valoramos, la gente pueda descubrir que se puede vivir de una manera distinta y que en este camino está el secreto para la felicidad. 


María nos dijo en las Bodas de Caná “Hagan todo lo que Él les diga”. A ella le pedimos también que nos acompañe para que podamos dejarnos llevar por tu Palabra hacia el amor, la comunión y la perseverancia, para que podamos seguir avanzando juntos hacia vos.

De Isabel de La Trinidad

"No hay leño como el de la cruz para encender el fuego del amor"


Dios no tiene miedo de nuestras desprolijidades. ¡Por suerte! Somos tan frágiles, tan vuelteros, tan inconstantes. Y sin embargo, Dios ha querido amar nuestra fragilidad. Ha querido tomarla sobre sí para transfigurarla.

Muchas veces el camino pasa por escuchar, aceptar y amar esas desprolijidades que parecen desviarnos del camino pero que en realidad son el sendero que Dios ha elegido para llegar hasta nosotros y para que nosotros nos acerquemos a él. Tal vez lo que nos asustaba tanto era simplemente un fantasma, y detrás de eso está la energía creadora que necesitábamos para volver a crear.

jueves, marzo 04, 2010

Buscando caminos

Esta mañana quedó resonando dentro mío un fragmento del oficio de lecturas escrito por San Hilario:

Muchos son los caminos del Señor, aunque él en persona es el camino. Y, refiriéndose a sí mismo, se da a sí mismo el nombre de camino, y nos muestra por qué se da este nombre, cuando dice: Nadie va al Padre sino por mí.
Por lo tanto, hay que buscar y examinar muchos caminos e insistir en muchos de ellos para hallar, por medio de las enseñanzas de muchos, el único camino seguro, el único que nos lleva a la vida eterna. Hallamos, en efecto, varios caminos en la ley, en los profetas, en los evangelios, en los apóstoles, en las distintas obras mandadas; dichosos los que, movidos por el temor de Dios, caminan por ellos.




Me gustó esta imagen de los numerosos caminos. Me hizo pensar en cómo muchas veces, frente a las búsquedas, los repentinos "desvíos" que la vida nos hace tomar, en realidad son parte del único camino, el que sólo reconocemos cuando lo hemos recorrido. Algo de eso encontré en un libro que tuve la suerte de recuperar y releer recientemente, "El Señor es mi Pastor", un comentario al Salmo 23 del Rabino Harold Kushner. Cuando el salmo dice "me guía por el recto sendero por amor de Su Nombre", el Rabino explica que el término significa literalmente "caminos con muchos rodeos que terminan en la dirección correcta". Lo explica de esta manera:

"Tal vez en geometría pura la distancia más corta entre dos puntos sea la línea recta. Pero en la vida la distancia más corta hacia nuestra meta puede ser una ruta indirecta y errática. [...] espero que recordemos agradecer a Dios por habernos guiado por ma' aglei tzedek, caminos tortuosos que finalmente nos conducen a donde se suponía que debíamos llegar. Una vez más, es cuando encontramos que el mundo es desconcertante y frustrante que Dios nos inspira y nos ayuda a hacer de la vida algo más satisfactorio."

Cuando el sendero nos hace desviarnos de lo que nosotros pensábamos que era el camino correcto, tal vez tengamos que darle a Dios el beneficio de la duda y preguntarnos sinceramente qué bendición se esconde en este recodo que tal vez no es el que nosotros hubiéramos tomado, pero tal vez sea el que Dios ha puesto delante nuestro para hacernos crecer.

martes, marzo 02, 2010

Algo loco

Cada tanto, está bueno animarse a hacer algo un poco loco. Y con esto no hablo de hacer tonterías. Hablo de otras locuras, de esas que realmente prácticamente nadie se anima a hacer.

Tener un gesto de esos inesperados. Dejar la vida en un acto de entrega de esos que por desmesurados nos recuerdan que la única medida del amor es el amor mismo.

Jugarse por alguna causa perdida. Ponerse del lado del más débil. Por una vez, pensar que vale la pena hacerse el héroe y meterse en un problema por la justicia y la verdad.

Por una vez, perdonar. Y no mirar atrás, porque el perdón justamente anticipa el futuro y lo va generando desde ahora.

Animarse a soñar en grande. ¡Qué triste cuando nuestros sueños, que son muchas veces la reserva de vida del corazón, también son pequeños!

Pensar que a lo mejor, a lo mejor, lo de cambiar al mundo sí nos sale.

Dar un salto de fe. Y confiar. En Él. Y en uno mismo. 

Una ausencia tan prolongada...

... merece una explicación. Si bien, como saben, no soy de hacer comentarios personales en el blog, este tiempo estuvo marcado por mucho trabajo pastoral, un cambio de residencia (hace tres días me cambié de parroquia y por lo tanto estos han sido meses de cierre, transición y apertura de una experiencia nueva) y un extenso verano fuera de la parroquia (misión, vacaciones, misión de nuevo). 

Pero por suerte siempre quedan rescoldos que permiten volver a encender el fuego.

Así que estamos, tratando de seguir al servicio del mismo. ¡Ya van cinco años! y hay más antorchas para encender... Ojalá que haya quien encuentre aquí lo necesario para la suya.