viernes, noviembre 30, 2007

La esperanza
tiene gusto a pan

levantate y comé
queda mucho por andar

saborear la meta
en medio del camino
para seguir andando
Enseñame el secreto de la ofrenda
el misterio del don
o mejor
desaprendeme las mañas
urdidas en las noches de la confianza

mostrame como el mundo sólo puede entrar
en una mano abierta
como la tuya

jueves, noviembre 29, 2007

En torno al Adviento

Ya falta poco para que comience Adviento. Si bien nada le gana a la belleza del Triduo y el tiempo Pascual, y cada uno de los tiempos del año litúrgico tiene su riqueza y particularidad, Adviento es (me animo a decir), el que nos regala una espiritualidad más adecuada al tiempo en que vivimos.

Estoy cada vez más convencido de que si en otras épocas hemos atravesado crisis de fe, hoy pareciera estar en juego la esperanza. Muchas personas creen (en distintas cosas) pero aún dentro de ellas muchos parecen sucumbir al resentimiento, la desesperación, la mirada apocalíptica y los malos augurios.

Entonces hace hace falta darnos cuenta que uno de los títulos de Cristo es "El que está viniendo". El futuro tiene dentro de sí la semilla escondida de Jesús. Si logramos percibirla, encontrarla, entonces la herida puede ser surco y lo que se cae y rompe abono fértil para un mañana nuevo.

Cristo está viniendo, está llegando... Por eso es tiempo de profetas, que no son sólo ni tanto mensajeros del futuro sino auscultadores del presente, capaces de percibir la presencia de Dios en la historia.

Él se acerca... por eso la imagen de este tiempo es María, embarazada de amor y de confianza en que el plan de Dios se cumplirá, porque no hay nada imposible para él.

Jesús sale a nuestro encuentro... por eso hay que estar atentos, vigilantes, a la expectativa.

Adviento de Dios, Adviento de vida, Adviento de esperanza.

viernes, noviembre 23, 2007

Cuando vuelvas (Un texto de Karl Rahner)

Señor, cuando vuelvas como te has marchado, como un verdadero hombre, te has de encontrar a ti en nosotros como el sufrido, el paciente, el fiel, el bondadoso, el abnegado, como quien se mantiene unido al Padre aun en las tinieblas de la muerte, como el lleno de amor y de alegría. Señor, has de encontrarte en nosotros como nosotros quisiéramos ser y no somos.

Pero tu gracia no sólo se ha quedado, sino que ha venido precisamente a nosotros porque tú al subir para sentarte a la derecha del Padre has derramado tu Espíritu en nuestros corazones. Por eso creemos verdaderamente, contra todo lo que nos dice la experiencia, que tú continúas tu vida en nosotros, aun cuando desgraciadamente encontramos en nosotros a nosotros mismos y no a ti. Subiste al cielo y te sientas a la derecha del Padre con nuestra vida. Vas a volver con esa misma vida para encontrar la tuya en la nuestra. Y el que tú la encuentres va a constituir nuestra eternidad, cuando mediante tu vuelta hayamos entrado en la gloria de tu Padre con todo lo que somos, lo que vivimos, lo que tuvimos y lo que sufrimos.

"Volverás", Escritos de Teología VII.

martes, noviembre 20, 2007

Esperar por el otro y para el otro


Sto. Tomás afirma que por la caridad uno puede desear y esperar algo para otro como para sí mismo (Cf. S. Th. II-II q. 17 a.3).

Si estamos unidos
lo que espero entra en tu vida
como un horizonte inesperado
una aurora repentina.

Además, los hombres pueden ser instrumentos de esperanza, como son los santos.

Vos sos para mí
esperanza nueva
certeza de llegada
mano que se tiende
desde la otra orilla
para atracar en puerto seguro.

Esperar por el otro, para darle esperanza. Esperar en los otros, para recibir su esperanza.

lunes, noviembre 19, 2007

Intento de himno de completas (para Cris)

En esta noche llena de esperanza
abrimos nuestro amor y nuestras almas
confiando en tu presencia tierna y viva
para sanar cantando las heridas

Todo nos ha invitado a la alabanza
Todo nos recordaba tu mirada
porque en cada persona y cada cosa
latía el anticipo de tu gloria

Traemos nuestras manos sin más gesto
que el de extender vacios nuestros brazos
para que tu misericordia los bendiga
con todo lo que en ellos faltarìa

Jesús, estrella viva del mañana
recibe como ofrenda la jornada
y haz de la noche que nos acompaña
encuentro con tu amor que nos descansa.

jueves, noviembre 01, 2007

La verdad, el amor y la esperanza

"Que tu Iglesia, Señor, sea un recinto de verdad y de amor, de libertad, de justicia y de paz, para que todos encuentren en ella un motivo para seguir esperando." Así dice la plegaria eucarística V/c. Me he quedado pensando en esto.

Todos estamos buscando un motivo para seguir esperando. Algo que nos invite a mirar más hondo entre la maraña de eventos, datos y dolores para mantenernos conscientes y abiertos al futuro escondido en nuestro hoy.

Pero me llama la atención que son la verdad y el amor, en particular, los que despiertan la esperanza.

La verdad porque ella revela lo que ha quedado tapado por la escoria mezquina que no permite ver lo más profundo.

El amor porque él siempre ve más lejos. O mejor: el amor crea lo que ve, el amor (el de Dios) despierta la belleza de la figura que todos llevamos a resguardo de las heridas y de nosotros mismos, inclusive.

Amor y verdad, fuentes de esperanza.