lunes, febrero 26, 2007

El alcance de la palabra

Vibrando en el interior
del oído muchas voces
pero su fuente primordial
habrá que llamarla
el sonido del sin voz

Takuan


Gracias a un post de Juan Ignacio, me encontré leyendo a Tennyson. Tenía una antología suya que nunca había leído
más que por arriba. Es parte de un largo poema llamado "In Memoriam A.H.H", una elegía a la gran amistad de su vida, Arthur Hallam. En una de sus estrofas dice:

I sometimes hold it half a sin
To put in words the grief I feel;
For words, like Nature, half reveal
And half conceal the Soul within.

A lo bestia, sería algo así como

A veces considero medio pecaminoso
poner en palabras el dolor que siento;
pues las palabras, como la Naturaleza, a medias revelan
y a medias esconden el Alma interior.

Entre nuestro interior y sus numerosas expresiones siempre hay algo que se pierde (algo que queda "Lost in Translation", como en la película). En el fondo, hay una dimensión de soledad que subyace a toda experiencia, que es intransferible.

Pero a la vez, buscar expresar y comunicar esa experiencia, ponerle cuerpo, palabras, gestos... es uno de los anhelos más profundos y sinceros del corazón humano. Me animaría a decir que cuanto más honda la experiencia, más difícil de transmitir, y sin embargo más imperioso el hacerlo. Tal vez por eso los místicos (como San Juan de la Cruz, Ramón Llull, Rumi, Hakuin, el autor del Tao Te King) y los poetas son grandes solitarios y a la vez personas con una enorme capacidad de expresión.

viernes, febrero 23, 2007

Soy medio queso para los aniversarios...

... por eso ni me avivé que hace una semana el blog cumplió dos años (tampoco se me dio por recordarlo el año pasado). Pero como he visto que es parte de la etiqueta blogger, quizás sea una simple ocasión para dar gracias. Ciertamente esto se me fue de las manos. Empecé a escribir en el blog porque quería tener disponible y en un formato agradable (tengo la mala suerte de tener una letra espantosa) lo que me va pasando por la cabeza y el corazón. Un día Milkus posteó un comentario. Entonces me metí en su blog, que me llevó al de Juan Ignacio, al de Yovineparapreguntar... Otros pasaron de visita y se fueron dando encuentros personales, oportunidades para dialogar y compartir.

En muchos blogs he encontrado una riqueza enorme de experiencias, y además, mucha gracia para contarlas. Confirmo la frase de Borges en "Los conjurados":
"Al cabo de los años he observado que la belleza, como la felicidad, es frecuente. No pasa un día en que no estemos, un instante, en el paraíso. No hay poeta, por mediocre que sea, que no haya escrito el mejor verso de la literatura, pero también los más desdichados. La belleza no es privilegio de unos cuantos nombres ilustres." Ojalá que entre tantas líneas escritas a lo largo de estos dos años haya alguna que pueda ayudar a otros a entrar en la alegría, en la intensidad, en el misterio... en Dios.

jueves, febrero 22, 2007

El rock habla de Dios III

Hace un tiempo leía un artículo en el cual se presentaba una tendencia en ciertos músicos actuales a explicitar sus creencias religiosas, inclusive como parte de su recital (como Lenny Kravitz, que le dedica todos sus conciertos a Dios). Más allá de la probable intención marketinera de varios (supongo que el caso más claro es Madonna), si uno es medio enfermito y es de esos que escucha las letras de las canciones detenidamente (mea culpa), algo que sorprende es que es cierto que más de una vez textos bíblicos inspiran o directamente dan la letra a una canción.
Algunos ejemplos, antes que alguno diga que soy un recalcitrante que hace decir a los músicos cosas que no han querido cantar:
Y la lista continúa. Para no hablar de canciones como Pride, When Loves comes to Town, de U2, I have forgiven Jesus de Morrissey, Where's the Love de Black Eyed Peas y otras que le hablan a Dios de un modo u otro. Y por supuesto, esa gloria del rock nacional que es La Biblia de Vox Dei. Más allá de las letras... ¡qué buen disco!

miércoles, febrero 21, 2007

Apuntes para el Miércoles de Ceniza

  1. La oportunidad de descubrir nuestra identidad más profunda: por eso es tiempo de hacer memoria del bautismo.
    1. El Pecado desdibuja nuestro rostro, nos hace perder nuestra identidad más profunda. Nos saca de nuestra tierra... nos sentimos extranjeros, lejanos a nuestro corazón y nuestro rostro verdaderos.
    2. Entonces, tomamos estos cuarenta días para redescubrir y profundizar en nuestra vocación original.
    3. Así como el Pueblo descubre en los cuarenta años del desierto quién es, a los ojos de Dios, y Jesús profundiza en el misterio de su filiación a través de la prueba y la privación, nosotros hoy nos ponemos en marcha hacia la Pascua, nuestra tierra prometida, el lugar donde nos sentimos hijos, para redescubrir nuestra identidad bautismal.

  1. Esto se vive partiendo de la conciencia que muchas veces estamos lejos, que nuestro corazón está a veces desorientado, confundido.
    1. Nuestro centro más profundo mucha veces está lejos de Dios, y por eso nuestro obrar, aún en nuestras prácticas religiosas, no nos acerca ni a Dios ni a los hermanos.
    2. La ceniza nos recuerda nuestra propia fragilidad, la humildad desde donde parte uestra conversión. Somos los que deseamos seguir a Jesús pero también aquellos que en el camino lo abandonamos, que nos asustamos frente a la propuesta radical del Señor. Pero justamente por eso la ceniza es también la posibilidad de algo nuevo. El punto de partida para que Dios tome la iniciativa y nos transforme.
    3. El Salmo habla de crear un corazón puro... Dios quiere hacer algo nuevo con nosotros... si confiamos nuestra vida en sus manos, entonces Dios repite en cada corazón el milagro de la creación.

  1. Esta salvación se juega en el interior, en el corazón... aquel lugar que sólo Dios ve y que sólo Dios puede transformar...
    1. De allí que las prácticas cuaresmales tengan sentido en tanto y en cuanto broten y lleven una vez más al corazón, a lo secreto.
    2. Dejar que una vez más sean los demás y Dios el centro de nuestra vida. Tener un corazón como el de Jesús: entregado libremente al servicio de los demás y del Padre.

  • Quizás en esta cuaresma Dios quiere despertar vida donde parece que sólo hay muerte y restos. De esto se trata: de vivir la Pascua con Jesús.
  • Se trata de abrirnos a lo nuevo que Dios quiere suscitar en cada uno de nosotros. Atravesar el umbral de la cruz hacia una vida nueva...
  • La Palabra de Dios, el Evangelio, despierte en nosotros la vida, suscite en nosotros la gracia, avive aquello que está apagado... nos lleve a lo más profundo del corazón, y de allí, al encuentro de Dios y los hermanos.

martes, febrero 20, 2007

Me contaban que esta persona había vivido entre ausencias y dolores. Con ayuda de varios, sin embargo, logró salir adelante. Se enamoró. Y se casó.

El día de su casamiento, mirando a su novia, uno de sus amigos le preguntó:

- Contentísimo, ¿no?
- Sí, feliz.
- Claro, porque te casás.
- No. Estoy feliz porque ella existe.

Alegrarse simplemente porque el otro existe, antes de cualquier don, de cualquier beneficio o gratificación que eso nos pueda dar... cuando amamos, de distintos modos le decimos al otro "qué bueno que existís".

lunes, febrero 19, 2007

Otra historia del barrio

Casi todos eran paraguayos en la comunidad de la capilla, así que teníamos una vez al mes misa con cantos y oraciones en guaraní. No entendía ni una palabra, pero las canciones eran muy bonitas y sobre todo me gustaba una antífona que ellos entonaban antes del Gloria. De a poquito fui pescando la melodía y la cantaba de oído.
Un día una de las chicas que venía a catequesis me escuchó cantando esa antífona y empezó a matarse de risa.
- ¡La está cantando mal, padre!
- ¿Y cómo es, entonces?

Con infinita paciencia me enseñó la melodía sílaba por sílaba. Y cuando más o menos le había pescado, le pregunté:

- ¿Y qué quiere decir esto que cantan?
- Quiere decir "Nosotros somos pobres pero lo tenemos a Dios".

Desde la periferia

Hace tres años tuve la suerte de ganar una beca para asistir a un encuentro en Estados Unidos. Ya conocía el país, pero era mi primer viaje allí de grande, y además solo, con todo el tiempo del mundo para conocer, recorrer y hace una experiencia distinta, no tan turística y más orientada a charlar con la gente y conocer más "desde dentro".
Una parte importante del recorrido fue una semana que pasé en Washington. Impresiona caminar por el Mall, la zona de la ciudad donde uno se encuentra con los museos del Smithsonian, el monumento a Washington, el Capitolio... andar por la calle y toparse con las universidades, el Banco Mundial. Saber que en esa porción tan chica del planeta se toman decisiones que afectan a millones de personas.

Al año siguiente, empecé mi trabajo pastoral los fines de semana en una villa dentro de la parroquia a la que me asignaban. Una de las experiencias más profundas de mi vida. Cuanto más me metía en el barrio, más descubría una presencia de Dios fuertísima en él. La vida, con toda su complejidad, su alegría y su miseria, se abría paso y se presentaba descarnada y sincera en medio de los pasillos. Algo que ni por asomo había experimentado en el viaje, o en distintas situaciones donde me sentí más cerca del poder, del éxito, del prestigio.

Hablando con un cura amigo, un tipo grande y sabio, le comenté esto y me decía: "Y claro... lo que pasa es que en los lugares del poder nadie quiere que las cosas cambien. Los únicos que quieren que la situación cambie son los pobres. Por eso la vida esta ahí. Y también Dios".

domingo, febrero 18, 2007

En torno a las lecturas de este domingo...*

... que hablan del amor a los enemigos.

Se trata de perdonar para ser más libres, para vivir según la gracia. No es renunciar a la confrontación para que nos pasen por arriba, es renunciar a la violencia para resolver las situaciones.

El corazón de la cuestión está en ser Hijos de Dios. El que descubre cada vez más el corazón de Dios es quienpuede perdonar... pero, además, solamente cuando descubrimos el verdadero valor del perdón podemos construir en serio. No alcanza con la justicia. Hace falta llegar a la misericordia, a la reconciliación. Sólo así se frena la espiral de violencia en la que tantas veces nos ahogamos.

Esto es una gracia de Dios. Un regalo a pedir insistentemente si queremos vivir y ser cristianos en serio. Todos tenemos la experiencia en algún momento de ser lastimados, de ser injuriados, de que alguien nos hiere, y más de una vez sin motivo alguno. En el momento en que perdonamos empezamos a ser un poco más libres del daño que se nos ha hecho. Libres para amar. El que perdona ya está resucitando.

El modelo siempre es Jesús. Él muere perdonando y resucita para renovar, para reconciliar. Por eso en la Eucaristía aprendemos a perdonar. Bebemos del amor de Jesús que no es un amor simplón, dulzón: es un amor que sabe de heridas, de perdón y sanación. A ese amor nos acercamos, regalo pero también compromiso con un mundo y una Iglesia cada vez más fraterna.

*(apuntes garabateados para la homilía de este domingo. Vendrán variaciones sobre el tema. No se asusten, no predico tan desprolijo en la vida real)

martes, febrero 13, 2007

Leyendo a Juan Ramón Jiménez



Cada nuevo libro, cada autor que uno conoce es un nuevo compañero, alguien que nos presta de su voz para que encontremos los nombres de nuestra historia. J. R. Jiménez es uno de los compañeros de camino de este tiempo. Dejo algunos de sus poemas que vengo rumiando en este tiempo.

Sencillez

¡Sencillez, hija fácil
de la felicidad!
Sales, lo mismo, por las vidas, que el sol de un día más,
por el oriente. Todo
lo encuentras bueno, bello y útil,
como tú, como el sol.
¡Sencillez pura,
fuente del prado tierno de mi alma,
olor del jardín grato de mi alma,
canción del mar tranquilo de mi alma,
luz del día sereno de mi alma!

******

¡Intelijencia, dame
el nombre exacto de las cosas!
... Que mi palabra sea
la cosa misma,
creada por mi alma nuevamente.
Que por mí vayan todos
los que no las conocen, a las cosas;
que por mí vayan todos
los que ya las olvidan, a las cosas;
que por mí vayan todos
los mismos que las aman, a las cosas...
¡Intelijencia, dame
el nombre exacto, y tuyo,
y suyo, y mío, de las cosas!

******

¡Qué goce, corazón, este quitarte,
día tras día, tu corteza,
este encontrar tu verdadera forma,
tierna, desnuda, palpitante,
con ese encanto hondo, imán eterno,
de las cosas matrices!

¡Corazón al aire,
resistente en tu fuerte vida débil
al ímpetu de todo el sentimiento,
al ímpetu de todo el pensamiento
- ideal, instinto, sueño; estas
cien ansias centimanas -,
como la mujer joven
al ímpetu completo del amor!

Leyendo a Robert Frost II

Después de bregar y bregar, cayó en mi cuarto sin ningún esfuerzo previo una antología de Robert Frost que buscaba hace mucho tiempo. Volvi a detenerme en mis poemas preferidos y de a poco voy conociendo otros. En particular me detuve mucho en uno llamado "Into my Own", que ya había posteado. El poeta habla allí de un bosque que lo atrae. Desearía que éste fuera eterno para internarse en él sin miedo, y espera que nadie lo retenga en este viaje por miedo a perderlo. Termina diciendo "They would not find changed from him they knew - only more sure of all I thought was true" (No me encontrarían distinto de aquel a quien conocieron - sólo más convencido de todo lo que pensé verdadero).


Me gusta mucho esta frase final porque creo que una de las cosas más difíciles en la vida es permitir que los que amamos recorren el camino a su propio misterio, sobre todo cuando éste los lleva por derroteros que nos asustan e inquietan. Dejar que cada uno siga su camino es uno de los actos de amor y libertad más profundos (y dolorosos) que podemos hacer.

lunes, febrero 12, 2007

Escuchando a Robbie Williams...

Uno se sorprende. Me había armado una lista de música tranquila y ligera para escuchar de fondo mientras escribo (entre otras cosas, para no tener que someterme al suplicio de la marcha con la que el gimnasio al lado de la parroquia ataca al resto de la manzana), entre las cuales está una balada de Robbie Williams, "Better Man". En un momento, la letra dice: "Once you' ve found your lover, you're homeward bound", algo así como "Una vez que encuentras a tu amor, estás camino a casa". Me pareció algo genial: la experiencia de amor siempre tiene que ver con volver a casa, con llegar al hogar, el lugar del cobijamiento, del descanso...

Expertos en noches II

Creo que una de las cosas que los expertos en noches nos ayudan a descubrir es dónde se encuentra lo esencial. Es la sensación que me queda cada vez que tengo la suerte de cruzar palabras y encuentro con aquellos que ya "están de vuelta". Los sacudones, el tiempo, la compleja marea de la vida va haciendo que los que encuentran su ritmo capten con más facilidad qué es importante y qué no... dónde vale la pena poner las fichas.

Desde lo esencial uno se proyecta hacia otras cuestiones, importantes pero carentes de fuerza si no tienen esa conexión con las intuiciones profundas, donde se esconde la vida.

sábado, febrero 03, 2007

Escuchando a Regina Spektor


Un descubrimiento del verano, guiado de la mano de "Rolling Stone". No tengo mucho para decir. Simplemente escúchenla, sus temas están disponibles en su página web. ¡Ya vendrá alguna reflexión sobre sus letras!