... que hablan del amor a los enemigos.
Se trata de perdonar para ser más libres, para vivir según la gracia. No es renunciar a la confrontación para que nos pasen por arriba, es renunciar a la violencia para resolver las situaciones.
El corazón de la cuestión está en ser Hijos de Dios. El que descubre cada vez más el corazón de Dios es quienpuede perdonar... pero, además, solamente cuando descubrimos el verdadero valor del perdón podemos construir en serio. No alcanza con la justicia. Hace falta llegar a la misericordia, a la reconciliación. Sólo así se frena la espiral de violencia en la que tantas veces nos ahogamos.
Esto es una gracia de Dios. Un regalo a pedir insistentemente si queremos vivir y ser cristianos en serio. Todos tenemos la experiencia en algún momento de ser lastimados, de ser injuriados, de que alguien nos hiere, y más de una vez sin motivo alguno. En el momento en que perdonamos empezamos a ser un poco más libres del daño que se nos ha hecho. Libres para amar. El que perdona ya está resucitando.
El modelo siempre es Jesús. Él muere perdonando y resucita para renovar, para reconciliar. Por eso en la Eucaristía aprendemos a perdonar. Bebemos del amor de Jesús que no es un amor simplón, dulzón: es un amor que sabe de heridas, de perdón y sanación. A ese amor nos acercamos, regalo pero también compromiso con un mundo y una Iglesia cada vez más fraterna.
*(apuntes garabateados para la homilía de este domingo. Vendrán variaciones sobre el tema. No se asusten, no predico tan desprolijo en la vida real)
3 comentarios:
Pero así está muy bien. Bah, por lo menos a mí me hizo meditar en esta palabra que escuché ya ayer en vespertina... Ayer también el cura invitó a "observar" a Jesús para entender estas palabras.
Gracias. Saludos.
Me senti muy identificado por el conflicto que sigo manteniendo. Es bueno entender, por mas que las cosas sean asperas, que nuestro enemigo tambien es un ser humano con alma a quien tambien quiere Dios. Ademas es bueno no olvidar que nuestro objetivo espiritual deberia ser "Amar los unos a los otros"
Llego tarde a hacer la pregunta del neófito: ¿Y cuando Jesus echó a los mercaderes del templo? ¿Y cuando dijo "generación de víboras"?
¿Y cuando el enemigo no es el que me lastima a mí sino el que lastima a otro?
¿Y cuando no resistir es dejar hacer? Se puede ser violento sin mover un dedo...
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