lunes, febrero 26, 2007

El alcance de la palabra

Vibrando en el interior
del oído muchas voces
pero su fuente primordial
habrá que llamarla
el sonido del sin voz

Takuan


Gracias a un post de Juan Ignacio, me encontré leyendo a Tennyson. Tenía una antología suya que nunca había leído
más que por arriba. Es parte de un largo poema llamado "In Memoriam A.H.H", una elegía a la gran amistad de su vida, Arthur Hallam. En una de sus estrofas dice:

I sometimes hold it half a sin
To put in words the grief I feel;
For words, like Nature, half reveal
And half conceal the Soul within.

A lo bestia, sería algo así como

A veces considero medio pecaminoso
poner en palabras el dolor que siento;
pues las palabras, como la Naturaleza, a medias revelan
y a medias esconden el Alma interior.

Entre nuestro interior y sus numerosas expresiones siempre hay algo que se pierde (algo que queda "Lost in Translation", como en la película). En el fondo, hay una dimensión de soledad que subyace a toda experiencia, que es intransferible.

Pero a la vez, buscar expresar y comunicar esa experiencia, ponerle cuerpo, palabras, gestos... es uno de los anhelos más profundos y sinceros del corazón humano. Me animaría a decir que cuanto más honda la experiencia, más difícil de transmitir, y sin embargo más imperioso el hacerlo. Tal vez por eso los místicos (como San Juan de la Cruz, Ramón Llull, Rumi, Hakuin, el autor del Tao Te King) y los poetas son grandes solitarios y a la vez personas con una enorme capacidad de expresión.

4 comentarios:

Andrelena dijo...

Hola Eduardo,
Mira.. en el trabajo hay un cubano exiliado que durante 4 años trabajó duro para poder traer a su esposa y su hijo de Cuba. Hoy me entero que ella lo ha dejado luego de 1 año de vivir de nuevo con él. La razón: ella no quiere que él sea "Testigo de Jeová". El dice que su fe no es negociable... así que ella ahora vive en otro lado... El me dio varios puntos como que "estoy estudiando la biblia y la manera en la que estoy aprendiendo es la única"... Desgraciadamente, cuando empezó la conversación su "break" ya se iba a terminar... yo solo pude decirle cosas como: "mira, la biblia se escribió hace mucho tiempo, hay que poner las cosas en perspectiva -No le quise sacar al Espíritu Santo porque no sé si los mormones lo consideran o no- y además, le expliqué que incluso el Génesis tiene sus contradicciones como por ejemplo que Dios separó la luz de la sombra en el día X y en el X+2 -te lo escribo así porque ni idea cuál día- hizo el sol y la luna... "¿a ver, explicame eso?", le dije... tratando de darle a entender que no necesariamente los mormones iban a darle la verdad absoluta... y ay! se me iba más el tiempo, ya justo cuando me había puesto atención logré decirle lo que mi mamá tantas veces nos dijo "Dejar a Dios por Dios, no es amar a Dios"... -mami decía esto cada vez que veíamos a un pobre con el carro varado en media calle, y mi papá mecánico y nosotros tal vez tarde para misa... mami inmediatamente decía su famosa frase y papi terminaba dándole un diagnóstico al pobre dueño-
Uf! bueno, dime... ¿qué puede hacer uno en un caso como estos? Uno respesta la fe del otro... pero ¿estará bien sacrificar su matrimonio? A mi no me parece... yo creo que podría haber una solución.
¿Qué me dices?
Saludos!
Andrea

ilsebe dijo...

HOLA:hace rato que no pasaba de visita. Me gustaron algunos de los post. El del 18 de febrero está bueno, y me gustó el coment 3, sobre todo cuando dice que se puede ser violento sin mover un dedo. Defender al indefenso es también un acto de amor y no debemos pensar que con perdonar estaremos libres si ese perdón no surge de lo más profundo de nuestro corazón. También es difícil cerrar las heridas porque siempre queda la cicatriz y esa puede doler también.
A Andrelena le digo que su compañero no está buscando a Dios, sino a tener la razón o ser dueño de la verdad. Hay muchísimas maneras de servir al amor y para eso ni siquiera hace falta profesar religión alguna. Solo hace falta buscar dentro de uno la compasión hacia todo ser y tomar conciencia de lo efímero que es todo y entender que lo importante no es el envase de nuestros sentimientos, sino que su contenido.

Anónimo dijo...

Cuan cierto es esto de que detras de toda experiencia subyace una dimension de soledad... Y a pesar de ser algo tan cotidiano, cómo nos cuesta hacernos cargo de esta soledad... Es que tiene tan mala prensa pobre... Siempre nos incentivaron a escaparle a la soledad, a combatirla... y ahora pienso que solo a partir de la soledad sincera y profunda surge lo que realmente somos, nuestro ser auténtico, libre. Solo partiendo de la soledad puedo darme con la alegría de saber que compartir nuestra vida con los demás no es una necesidad sino una elección. Una elección nacida del desprendimiento, de la incondicionalidad, del amor.

Andrelena dijo...

Hola!! ay! no... fijate, yo siempre creí que los Mormones y los Testigos de Jeová eran la misma cosa!!

Te agradezco enormemente el comentario... ahí dejaremos a ver qué pasa.

Saludos y gracias!