viernes, agosto 12, 2011

Aprender a bendecir

Una de las cosas que más disfruto hacer como sacerdote es bendecir. Decir una palabra de amor, de ternura, de protección, de parte de Dios (y también de parte mía). En mi caso, es una bendición que además tiene un matiz de comunidad. Al sacerdote le compete la bendición de una manera particular como pastor, de ahí que su bendición tenga un rasgo especialmente sacramental que brota de su condición de ordenado. Pero todos podemos bendecir (y así está previsto en el Bendicional de la Iglesia Católica, el libro "oficial" de bendiciones). Se trata simplemente de abrir algo o alguien al amor de Dios, hacerlo entrar a través de una oración sencilla y sincera (y si se lo acompaña con algún gesto, mejor). Pensar en lo que esa persona o cosa necesita en ese momento de parte del Señor. Y unir nuestro amor a Su amor. Esto es muy importante: la bendición es un sacramental, no es ex opere operato, como los sacramentos (no funciona independientemente de la fe de quien lo da, por así decirlo en criollo). Es necesaria la confianza y el amor de quien otorga la bendición y de quien la recibe. 

A mí me gusta mucho bendecir en silencio a las personas cuando las abrazo. A veces uno una bendición a la absolución cuando se confiesan. Me gusta que me bendigan también. Siempre pido la bendición a algún sacerdote amigo y a amigos laicos antes de irme a misionar, por ejemplo, o antes de alguna situación importante. 

Creo que frente a tantas palabras que lastiman y hieren, aprender a bendecir puede ser un camino para sanar, construir lazos y hacer presente a Dios de una manera tan simple como puede ser una oración espontánea y un abrazo, una caricia, una mirada que la acompañen.

Hay una canción de Jim Brickman, cantada junto con el grupo Lady Antebellum, que es una verdadera bendición en forma musical. Me gusta escucharla y pensar que es Jesús quien me la dice. Y junto con él, todos los que me quieren, que son (aunque no lo sepan), el gesto que acompaña su bendición y su abrazo. La dejo acá para que quien quiera la escuche, y tal vez guste también algo de eso.


May the angels protect you, trouble neglect you
And heaven accept you when it's time to go home
May you always have plenty, the glass never empty
And know in your belly, you're never alone

Que los ángeles te protejan, los problemas se olviden de vos
y el cielo te reciba cuando sea la hora de ir a casa
Que siempre tengas abundancia, tu vaso nunca esté vacío
y sepas en tus entrañas, que nunca estás solo

May your tears come from laughing, you find friends worth having
As every year passes, they mean more than gold
May you win and stay humble, smile more than grumble
And know when you stumble, you're never alone

Que tus lágrimas vengan de reír, que encuentres amigos dignos de tener
Con cada año que pasa, valen más que el oro
Que puedas ganas y mantenerte humilde, sonreír más que refunfuñar
Y sepas, cuando tropieces, que nunca estás solo

Never alone, never alone
I'll be in every beat of your heart when you face the unknown
Wherever you fly this isn't goodbye
My love will follow you, stay with you, baby, you're never alone
Nunca estás solo, nunca estás solo
Yo estaré en cada latido de tu corazón cuando enfrentes lo desconocido
Dondequiera que vueles, esto no quiere decir adiós
Mi amor te seguirá, se quedará contigo, nunca estás solo

Well, I have to be honest as much as I wanted
I'm not gonna promise that cold winds won't blow
So when hard times have found you and your fears surround you
Wrap my love around you, you're never alone
Bueno, tengo que ser honesto, aunque lo quisiera,
no puedo prometerte que no soplarán vientos fríos
Así que cuando te encuentren los tiempos duros, y tus miedos te rodeen
Envuélvete en mi amor, nunca estás solo

2 comentarios:

Ana Belén dijo...

Gracias por esta entrada y por la canción :) espero bendecir más a menudo en mi vida diaria. La canción me encantó... tanto que estoy pensando en ponerla de fondo en mi blog :)

Un abrazo y que Dios te siga bendiciendo siempre

Gari Bianchi dijo...

Edu….!! Que lindo esto de “Aprender a Bendecir”
Yo que disfruto tanto de los abrazos que nos damos cuando nos vemos, lo mismo que con otros, y siempre sentí que detrás de ese gesto había “algo mas”.
Leyendo tu meditación me doy cuenta que detrás ese abrazo, de esos gestos de cariño que circulan tanto por la comunidad, en realidad hay “Alguien mas”
Te mando un “Abrazo…!!!!”