Somos tierra reseca, garganta sedienta, estepa y glaciar, soledad y mudez.
Sólo vos podés transformarnos, convertirnos....
Artesano de lo humilde, tejé con nuestra pobreza las redes de la Iglesia, pintá el rostro de Cristo en la comunidad.
Agua viva, hacé que despierten las semillas del Verbo escondidas en el mundo.
Fuego sagrado, despertá en nosotros el ardor de la entrega, hace de nuestra vida ofrenda permanente.
Como antes, más que antes...¡te invocamos!
7 comentarios:
Ven Santo Espíritu!
¿La oración la hiciste vos?
Preciosa oración, en la que el acento argentino me suena a la universalidad de la Iglesia.
El final: "como antes, más que antes... ¡te invocamos!" se me queda de jaculatoria para el fin de semana.
Amén
"hacé que despierten las semillas del Verbo escondidas en el mundo."
si solo esto se cumple que diferente sería todo...como cambiarían nuestra manera de comportarnos y el verdadero respeto entre todas las entidades vivientes reinaría...muy linda oración, gracias por eso. me alegro que hoy encontré dos almas muy especiales en la red. usted es una de ellas. una gran saludo amigo, volveré sin duda.
Haber sabido lo leía en la vigilia! abrazo
DIGITUS DEI EST HIC
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