... me vuelvo a maravillar del enorme poder de la belleza para tocar el corazón humano, para sacar de él lo mejor que tiene de sí. No a la fuerza, sino enamorando, despertando las fíbras más profundas del alma que a veces el dolor y la traición de la confianza han ocultado para resguardarlas, a la espera de que la belleza venga a su rescate.
Como dice el "Himno a la Noche" de Rameau, que en un momento de la película los chicos entonan, "¿Hay una verdad más dulce que la esperanza?".
Probablemente tuviera razón Dostoievsky cuando dijo que "sólo la belleza salvará al mundo".
2 comentarios:
Escribí, escribí... y vas a lograr...
"acción... reacción".
Espero que sea una reacción buena, ¿no es cierto?
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