El hombre que aparece en esta foto es Pedro Arrupe, quien fuera superior general de los jesuitas antes del actual, Hans Kolkenbach. Vivió muchos años en Japón (estuvo allí cuando cayó la bomba atómica), y de allí tomó el gustó de rezar en la postura acostumbrada por los orientales. Me encanta esta foto. No sólo por ser de alguien a quien admiro y leo. Sino por la belleza de su simplicidad. Los zapatos a un costado; la sotana; el rostro tierno y sereno; las manos abiertas hacia abajo; la luz misma discreta; y la cruz insinuada por el panel, detrás del cual espiamos el misterio que siempre es el encuentro del otro con Dios. Además, es un icono de encuentro: un occidental rezando como oriental; un cristiano en postura budista. Pero, quizás lo que más me gusta de esta imagen es que me despierta un deseo enorme de orar, de abrirme en silencio a la brisa suave, de beber sorbitos de amor, serenidad y comunión. Como haría el P. Arrupe.
5 comentarios:
Hi Eduardo, thanks for visiting my blog.
When I opened this page and saw Fr Arrupe I said: wow!I have this picture on my blog also (in an old post).
So you are a deacon since short time! This is great.Congrats!
Así y con la frente en el piso, también es lindo.
Gracias por tu comment en mi blog.
Pasaré más seguido.
Gracias por la foto, orar, por qué me cuesta tanto??...y cuando estoy en oración soy feliz me invade la paz y bebo como bien dices, amor y eternidad.
Creo que mi humanidad se resiste a pedir ayuda, o más bien a aceptar que sola no llegará muy lejos.
"Y... era un jesuita!" diría mi padre, fanático de los jesuitas, jajaja abrazo hno muy buena foto y palabras
Es una foto, cargada de simbolismos,me dieron ganas de llorar, tanta paz y tanta humildad.
Cuanto camino por recorrer en búsca del encuentro con uno mismo y el amor a todo lo que se cree.
Publicar un comentario