sábado, julio 08, 2006

Sorprendidos por el amor

Al fin y el cabo, el amor siempre nos sorprende, porque es regalo... porque es gracia, porque es don. ¿Quién podría alegrarse del todo de un amor "conseguido", o peor, comprado, adquirido? La paradoja es que queremos ser amados gratuitamente: aquello que más amamos es también aquello que no podemos buscar, sino esperar con manos abiertas. Y cuando el amor nos sorprende, tenemos esa extraña mezcla de sentimientos... la sorpresa, pero a la vez, la convicción profunda (que crece con el tiempo) de que todo, absolutamente todo nos ha llevado a ese momento. Como dice esa chacarera "cuando descubrí tu huella/ ya habitabas mi destino". Descubrimos cada vez más que el amor antes de ser desborde, ha sido un hilo de agua que serenamente ha guiado nuestra historia hasta la fuente. Y así, aún los momentos más oscuros se vuelven cauce para el encuentro de hoy.

5 comentarios:

Naïfa dijo...

Muy bonito.

Juan Ignacio dijo...

¡Qué cierto!

Nuestra experiencia de encuentro (con ella) encaja perfectamente con esto que dices.

Anónimo dijo...

Hola Eduardo!
Me ha encantado tu blog! Lo mismo digo, todas sus entradas aunque ahora es muy tarde y me levanto temprano para trabajar. Pero volveré a leerte con todo detenimiento porque merece la pena no perderse tus posts. Y si me lo permites, agregaré un link a tu blog, haré un apartado para religiosos ya que -por motivos largos de explicar- rondan mi vida.
Me fascinó este post reciente sobre el amor y algo me quedó dando vueltas en la cabeza:"aquello que más amamos es también aquello que no podemos buscar, sino esperar con manos abiertas". Parece que hubieras leído mi mente y parece que las palabras atinadas llegan en el preciso instante en que más las necesito. En mi próximo post me explayaré sobre aquello que amo, un amor puro y platónico no fácil de conseguir, por no decir imposible.
Nos estamos leyendo! Me das mucha paz!
Aquí te dejo el link de mi otro blog donde intento cantarle al amor.
El que ya has visto es http://blogdelarosaroja.blogspot.com pero este otro es diferente.

Juans dijo...

El amor...que difícil y a la vez que lindo

edumangia dijo...

¡Gracias por el comentario, Roger! Me permito una pequeñísima corrección: ese soneto tan lindo que citás no es de Sta. Teresa, es de Francisco Luis Bernárdez, un poeta argentina del S. XX.

¡Abrazo!