La palabra "síntesis" suena probablemente más a resumen de texto que a realidad del corazón. Y sin embargo, el anhelo por ella es uno de los más profundos deseos del alma. ¿No deseamos todos tener el corazón entero? ¿No nos desgastan los miles de tironeos internos que muchas veces desperdigan nuestra fuerza y hacen borroso nuestro rostro y nuestra acción?
El amor recoge con cariño las hilachas de nuestro ser y las anuda en torno a una matriz nueva que da a cada cosa su sentido y su integración. Tendremos que preguntarnos entonces: ¿qué es lo que nos apasiona, lo que nos mueve y con-mueve, el motor (tantas veces secreto) de nuestros gestos? Y si no aparece un horizonte, buscarlo, gestarlo, encontrar ese lugar donde el corazón descubre que se le pone nombre y símbolo a los deseos profundos... y allí comienza a unificarse nuestro ser, a develarse la trama..
2 comentarios:
Hola Eduardo, Precisamente hoy, precisaba esta reflexion... sentir que otros tambien la sienten me hace sentir que no estoy en el camino equivocado. Un beso
que bueno que esta de regreso en su blog padre, sus escritos ya se extranaban. Dios le bendiga
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