domingo, septiembre 18, 2011

Llega la noche, Señor.
Ya luché, hablé, abracé.
Ahora te pido una vez más que me lleves en tu mano.

¡Estoy tan contento y cansado a la vez!
Todavía queda un tramo por recorrer
Pero voy con vos
Y un poco de tu ternura
Es lo único que pido para seguir caminando.

Dejame este rato de silencio
para escuchar tu canción
dentro de mí.




1 comentario:

Anónimo dijo...

Hago mías esas palabras, sólo lamentando que esa lucha sea siempre contra mí mismo, ser yo siempre mi peor enemigo, y parecer un hámster que corre y corre pero dentro de una rueda y, por lo tanto, permanece siempre en el mismo lugar... Un abrazo en el Señor.