martes, octubre 03, 2006

Sacramentos: la pregunta

Un interrogante tiene, entre otras virtudes, la de abrir el juego. Es una palabra que apunta explícitamente al diálogo, a que el otro responda, a que se nos comparta el corazón o se nos revele un sentido escondido. Es la posiblidad de que el otro se explique y responda.

Cuando somos nosotros los que recibimos la pregunta, puede ser un camino para el encuentro. También el cariño que un sencillo "¿Cómo estás?" nos puede regalar.

Hay poder en las preguntas. Por eso son temidas. Les tememos porque no sabemos qué puertas abrirán, especialmente si nos preguntamos a nosotros mismos. Paradójicamente, estas son las que más tardan en responderse.

Pero, con lo riesgosas y peligrosas que pueden ser las preguntas (algunos dicen que a Sócrates lo mataron por las preguntas que hacía), no dejan ser fundamentales.

Cuando fui a celebrar la Pascua a una sinagoga junto con mis compañeros de seminario, preguntamos por qué la celebración estaba hecha en forma de diálogo con preguntas. El rabino me respondió: "Porque cuando uno pregunta empieza a ser libre".

5 comentarios:

Anónimo dijo...

--offtopic--

Padre: le alcanzo este textito, por si no lo leyó. Es un fragmento de un diálogo entre Benedicto XVI y los Sacerdotes de la Diócesis de Albano (a la que pertence Castelgandolfo) que se dio el 31 de agosto pasado. Pienso que le pueden interesar las cuestiones que aborda.

Espirtual Fighter dijo...

Eduardo: muy buen post. Me encantó especialmente lo último de que "cuando preguntamos es cuando empezamos a ser libres". El derecho a cuestionar, interrogar, investigar es algo inegable del ser humano; además de lógico. Dios nos dió (creo yo, corregime sino)
la curiosidad, el deseo de conocer y la libertad de expresarnos y buscar respuestas a nuestras preguntas.La herramienta expresiva de las preguntas es muy versátil y como vos mismo indicaste, puede entre otras cosas, expresar el cariño y la preocupación por una persona. Yo soy muy preguntón, en el camino de la vida me encontrado con gente que se ha tomado a mal mi curiosidad como si fuera malsana o dirigida a meterse en la vida personal de la persona a la que dirijo las preguntas (lo que se llama chusma). Nada más apartado por lo menos en mi caso, es curiosidad por otro ser humano y sus particularidades; me gusta aprender de otras vidas y compartir alegrías y tristezas con otras personas. Cierto que puedo no ver hasta que punto mis preguntas pueden incomodar, pero es cuestión de hacermelo notar para que yo "deje de joder" y sea más cuidadoso. Bueh, es todo un tema esto de las preguntas.
Un abrazo!

Paloma dijo...

Hola Eduardo, Yo también fui vencida! Gracias por el encuentro.
Más allá de todo lo que leí tuyo elijo comenzar por este post, me hiciste pensar el Heguel y su método dialéctico, cosa que tuve que aprender y llevar a la práctica, desde el día a día en lo personal y en los lugares que me toca transitar, esto de lo enriquecedor que resulta el superar las propias contradicciones y dualismos que nos habitan para arribar a nuevas ideas en forma de síntesis, que no sólo incluyen el propio proceso sino el de toda aquella persona que se nos acerca y nos invita al encuentro, a la comunicación real, desde adentro, hacía adentro.
Seguro que da miedo; pero es parte de esta dinámica que genera el encuentro con el otro. Sí se quién soy o al menos lo tengo más o menos delineado y me voy dando cuenta de como estoy, seré más libre de ataduras para acoger al otro y reconocerlo por el mismo y no "desde" todos mis fantasmas y mis miedos.
Gracias nuevamente, me gusta mucho lo que compartis.

Anónimo dijo...

Hola Eduardo!
Me gustó mucho este post sobre las preguntas. Es un tema sobre el que siempre pensé y, sin embargo, nunca se me ocurrió escribir ni una línea. Pero, es real: las preguntas tienen un poder muy fuerte para el receptor. La propia experiencia me enseñó que uno puede preguntar y preguntar mil veces (y más) y quien recibe la pregunta puede no responder una vez, dos y miles pero - y aún sin saber el motivo - sí te garantizo que tras mucho insistir con la misma pregunta, llegará la respuesta, aunque puedan pasar los años, el otro responderá. ¿Será por cansancio? (no te preocupes que sólo es una pregunta retórica esta :) Lo que sí puedo decirte, casi con seguridad, es que la pregunta más y más temida por todos los seres humanos es: ¿POR QUE? Eso es lo más terrible que se le puede formular a otra persona y también lo que tiene la respuesta más difícil. ¿Por qué?
Gracias, Eduardo por este hermoso post. No dejes de escribir; tus palabras siempre llegan al corazón. Algún día aspiro a conocerte en persona y poder dialogar. Mi vida está rodeada de curas así que nada haría una sotana más! Saludos!

Anónimo dijo...

IDOLOOOOO !!!
=)
EDU...
COMO ESTAS ?
TU POST ME HACE ACORDAR
A CUANDO TE EMPIEZO A HACER
PREGUNTAS EXISTENCIALES
JEJEJE
BUENO FUTURO PADRE
Y PAPA =P
LO DEJO
BUENA VIBRA
ARRE


IRE