jueves, junio 24, 2010

Gestos de amor - Hacer lugar

Si bien en general lo primero que viene a nuestra mente al pensar en el amor es la unión, la intimidad, el abrazo... no es menos cierto que una dimensión insoslayable del amor es la de dejar lugar, la de hacer sitio. No hay amor verdadero si en algún momento no se recorre el camino que permite darle espacio al otro para que crezca.
¡Esto no es nada fácil! Sin embargo, es condición y creación del amor, como dice un autor. Cuando el amor es real genera autonomía, se hace interior al amado/a, lo hace libre, fuerte, interdependiente (que no es lo mismo que dependiente). El amor verdadero genera espacio para respirar.

I can feel your love teaching me, how
Your love is teaching me how,
how to kneel, kneel

U2, Vertigo

El amor nos lleva, siempre, en algún momento, al asombro y la alabanza. Llegamos eventualmente a esa instancia en la que percibimos que el don de que el otro nos quiera es eso, es puro regalo, pura gracia. Y uno se pone de rodillas frente a ese amor, que nos revela algo más grande y sorprendente que cualquier otra cosa: el milagro de la soledad rota, de la comunión ofrecida porque sí.

jueves, junio 17, 2010

Iron Man, o la fuerza de la debilidad

Soy un fanático de los cómics desde chico. Y desde chico también presencié el ingreso creciente (con mejor o peor suerte) del mundo del cómic (aquí en Argentina mucho menor que en otros lugares) en el mainstream a través del cine. En los últimos años proliferan las adaptaciones (crisis de creatividad de Hollywood o filón que siguen explotando por sus réditos y el merchandising que puede tener, sólo Dios sabe) de historietas a una  versión cinematográfica. Entre las más afortunadas están las dos películas de Iron Man, protagonizadas por Robert Downey Jr., sumamente exitosas a nivel crítico y comercial. Iron Man es, casualmente, uno de mis superhéroes preferidos (los otros dos son Linterna Verde - que pasa al cine en el 2011 - y Batman). 


La historia es bastante conocida por todos: Iron Man, industrialista especialista en armamentos, es capturado y al serlo recibe una herida en el pecho que le deja trozos de metralla en camino al corazón, dejándolo literalmente a centímetros de morir. Construye una batería para mantener alejadas las esquirlas alojadas en su pecho, que a la vez se vuelve el motor para una armadura que irá perfeccionando con el paso del tiempo y  le permitirá convertirse en Iron Man para redimir de sus faltas del pasado.

Ahora bien, no pretendo leer en la historia más de lo que ella pretende decir. Pero hay algo que me gusta especialmente del personaje y de su relato iniciático: para Iron Man el punto de partida de su transformación es la experiencia de la fragilidad. Lo mismo que lo está matando es lo que luego será el puntapié para una transformación interna que terminará convirtiéndolo en héroe. A diferencia de otros, como el invulnerable Superman o el estoico Batman, su fortaleza reside en aquello que también lo hace más vulnerable. 

Y si bien luego Tony Stark (el álter ego de Iron Man) se recubrirá de una armadura, signo de su nueva fuerza, esa parte suya permanece siempre expuesta. Da que pensar a la hora de ver cómo vemos nuestras propias debilidades, ¿verdad? Como decía el hermano Roger, "en la misma herida en que se hunden las angustiosas inquietudes se elaboran también las energías para amar.".

miércoles, junio 16, 2010

Cuando la mano izquierda no sabe lo que hace la derecha

De eso habla el Evangelio de hoy (miércoles de la Semana XI del tiempo durante el año). Qué momento glorioso cuando los gestos de amor se han vuelto tan parte nuestra que justamente ni siquiera nos damos cuenta que estamos amando. Esta frase de Jesús me hace acordar a esa frase budista que afirma "El mejor Buda es el que no sabe que está iluminado". Lo más lindo de los santos es que ellos viven así, y que van desparramando amor casi sin darse cuenta, de la misma manera que uno ve a un deportista moverse con agilidad que parece espontánea y natural simplemente porque se ha vuelto un virtuoso de lo suyo y así ni siquiera piensa en lo que está haciendo.

Tras las huellas de Elías

Quedé enamorado de la figura del profeta Elías después de estudiar todo su ciclo en el Libro de los Reyes cuando cursé históricos. El hombre de Dios, el profeta fogoso, tan carismático y al mismo tiempo de golpe tan frágil, el enviado más importante después de Moisés... Sus relatos están llenos de matices que lo hacen digno de una película. 

Me gusta el pedido de Eliseo antes de la "ascensión" de su maestro: dos tercias partes de su espíritu.Quisiera pedírselo hoy también: un poco de esa pasión para anunciar la presencia de Dios, de su fidelidad a la Palabra, de su fortaleza y su fuego. 

Al mismo tiempo, me quedo pensando en ese último gesto de Elías que es, justamente, el de irse. ¡No es fácil irse para los maestros y reconocer que es el momento de dejar el lugar a otros, saber que lo mejor nuestro vive en los demás!... Que es momento de partir para que todo lo sembrado tenga el aire suficiente para crecer. Confiar en la bondad de la tierra, del corazón de los demás. Y en su originalidad y libertad para ser mejores que nosotros. Pienso en Jesús, que llega a decirle a sus discípulos que harán obras más grandes que él. ¡Él dice eso! ¿No es sorprendente! Él, el maestro y el Señor, dice que conviene que él se vaya. Porque su Espíritu hará de ellos verdaderos apóstoles, plenamente ellos mismos y al mismo tiempo (o tal vez por eso) un reflejo claro y fiel de Jesús.

martes, junio 15, 2010

De Teilhard de Chardin


"Un día el Hombre tiene conciencia de que es sensible a una cierta percepción de lo Divino extendido por todas partes. Preguntadle. ¿Cuándo se ha iniciado este estado en él? No sabrá decíroslo. Todo lo que sabe es que un espíritu nuevo ha atravesado su vida." 

"Llegará el día en que después de aprovechar el espacio, los vientos, las mareas y la gravedad; aprovecharemos para Dios las energías del amor. Y ese día por segunda vez en la historia del mundo, habremos descubierto el fuego."

Un Santo poeta

Hace unos días celebramos la fiesta de San Efrén el Sirio, un santo poeta y teólogo. Se ganó uno de los piropos más lindos de la historia de la Iglesia, pues se lo ha apodado "la cítara del Espíritu Santo". Qué bueno que, junto a teólogos y misioneros, a pastores y mártires, a grandes impulsores de obras de caridad... también haya santos poetas y artistas. Personas que nos recuerdan el misterio, que con palabras sugieren lo que está más allá de las palabras, la belleza silenciosa e infinita que pide de infinitas maneras ser cantada y nombrada. ¡San Efrén, ruega por nosotros!

domingo, junio 13, 2010

Lc 7, 36-50

Cuando me miraste, y vi que me aceptabas,
que no había sino misericordia
entonces mi pasado fue pasado
y el futuro se llenó de promesa y esperanza.

Porque me di cuenta que el amor estaba ahí,
esperando para que tu mirada lo descubra
y tu perdón lo libere.

jueves, junio 10, 2010

Oración para perseverar en comunidad

Me pidieron esta oración para un encuentro de jóvenes. ¡Espero que les guste!



Como elegidos de Dios, sus santos y amados, revístanse de sentimientos de profunda compasión. Practiquen la benevolencia, la humildad, la dulzura, la paciencia. Sopórtense los unos a los otros, y perdónense mutuamente siempre que alguien tenga motivo de queja contra otro. El Señor los ha perdonado: hagan ustedes lo mismo. Sobre todo, revístanse del amor, que es el vínculo de la perfección.
Que la paz de Cristo reine en sus corazones: esa paz a la que han sido llamados, porque formamos un solo Cuerpo. Y vivan en la acción de gracias. (Col 3, 12-15)

Jesús, una vez más nos reunimos para descubrirte presente entre nosotros, para dar gracias por el enorme regalo de tu presencia fiel y constante en nuestra comunidad. ¡Qué alegría enorme saber que nos elegís, que nos mirás con amor a cada uno de nosotros y decís nuestro nombre para llamarnos a compartir la vida con vos! En esa elección, en ese sí que pronunciás sobre nosotros está el secreto para perseverar. Sólo podemos elegirte porque vos nos elegís primero, porque tu sí es constante, firme como la roca sobre la cual podemos siempre apoyarnos. Sólo podemos construir nuestra perseverancia sobre tu amor, sobre su abrazo que siempre nos recibe y nos vuelve a confirmar. 

Por eso queremos dejar en tus manos nuestros miedos frente al futuro, nuestras inquietudes, nuestras dudas… todo lo que hoy en nuestro corazón oscurece la esperanza y la alegría que nos da tenerte cerca. Todo lo que nos impide ver claro cuando queremos mirar hacia delante. Queremos que nos digas las palabras que siempre repetís cuando llamás a alguien: “No temas” y “Yo estaré contigo”. 

Jesús, muchas cosas nos inquietan al pensar en el camino que nos proponés. El miedo a lo que dirán los demás; la sensación de soledad que a veces nos inunda; el saber que somos frágiles y pequeños, responsables de un regalo inmenso. Qué bien que nos hace entonces saber que nos llamás, pero además, que nos llamás junto a otros que comparten la misma vocación, el mismo llamado, el mismo don. Vos nunca invitás a vivir este camino en soledad: siempre es lado a lado con los que se descubren amados y sostenidos por vos. Sólo así podemos encarar el desafío de vivir tu amor y de anunciarlo a los demás. 



Vos dijiste que en el amor mutuo entre hermanos estaría nuestro distintivo, nuestro rasgo más particular y único. Es lo que hace que en el mundo tu presencia se haga más clara y fuerte, lo que permite que la canción de tu Evangelio resuene en los corazones de la gente. Por eso queremos empezar por ahí: por cultivar el amor que vos nos regalaste, por crecer en el deseo de amar y ser amados. 



Ayudanos a descubrir que tener hermanos que comparten la fe y la misión es un regalo; que podamos mirar al otro con asombro y agradecimiento, porque su mera presencia es un regalo para nosotros. Que podamos también tomar conciencia que nosotros tenemos algo único para aportar, algo para darle a los demás, a nuestra comunidad, que nadie más puede dar. 



Jesús, cada vez que vos llamás a hermanos a compartir y vivir juntos en el amor, un poco del cielo se hace presente acá en la tierra. Que en nuestra comunidad, en nuestras casas, con nuestros amigos, al vivir el amor que vos nos regalás, podamos ir preparando ese cielo que vos soñás para todos. Que al ver cómo nos tratamos, nos queremos y valoramos, la gente pueda descubrir que se puede vivir de una manera distinta y que en este camino está el secreto para la felicidad. 


María nos dijo en las Bodas de Caná “Hagan todo lo que Él les diga”. A ella le pedimos también que nos acompañe para que podamos dejarnos llevar por tu Palabra hacia el amor, la comunión y la perseverancia, para que podamos seguir avanzando juntos hacia vos.

De Isabel de La Trinidad

"No hay leño como el de la cruz para encender el fuego del amor"


Dios no tiene miedo de nuestras desprolijidades. ¡Por suerte! Somos tan frágiles, tan vuelteros, tan inconstantes. Y sin embargo, Dios ha querido amar nuestra fragilidad. Ha querido tomarla sobre sí para transfigurarla.

Muchas veces el camino pasa por escuchar, aceptar y amar esas desprolijidades que parecen desviarnos del camino pero que en realidad son el sendero que Dios ha elegido para llegar hasta nosotros y para que nosotros nos acerquemos a él. Tal vez lo que nos asustaba tanto era simplemente un fantasma, y detrás de eso está la energía creadora que necesitábamos para volver a crear.