jueves, mayo 03, 2007

El amor por encima de todo

Todos enfrentamos decisiones importantes, y no tanto. Día a día, momento a momento, estamos delante de opciones que de un modo u otro condicionan y encauzan nuestro obrar. Cada decisión, a su vez, si se la asume con responsabilidad, pide una serie de preguntas que nos ayuden a ver si nuestra opción debe ser por el sí o por el no. Lonergan, un teólogo, dice que antes del nivel de la decisión tienen estar siempre las preguntas.

Creo que una buena pregunta, aunque a alguno le resulte un tanto näif, a la hora de tomar una decisión, sobre todo aquellas que marcan, que pueden determinar el curso de nuestra vida de un modo importante, es: "¿esto me lleva a amar más?", esto es, "Si elijo esto, o esto otro ¿estaré viviendo un nivel de mayor entrega, una mayor apertura de corazón?"... De este modo, nuestra decisión deja de vivirse en un nivel meramente ético (que es importante pero no definitivo) y pasa a ser también una cuestión de fe y vínculos. Porque esto nos pone delante del otro y de Dios.

13 comentarios:

Elsa Sequeira dijo...

Olá!!

Passei por cá! Vinda de Portugal!
Gostei de estar aqui!
Pois, que o Amor prevaleça sempre sobre tudo, sobre todos os factos, os bons e os menos bons!Só quando os vivemos tomamos consciência se o amor prevalece ou não... è importante pensarmos nisso nesses momentos, e sempre nos ajudam a libertar de outros menos bons que ocorrem por exemplo quando noas magoam!

Tudo de nom para ti!
Muita Força!
;)

Juan Ignacio dijo...

Una propuesta clave para quienes vivimos cuestionándonos vocacionalmente.

No abandones el tema.

Saludos.

Cristian dijo...

Eduardo:
Yo soy un convencido de que las decisiones que escogemos las hacemos desde el fondo del corazón, en plena libertad, entre ellas amar... yo decido amar, y eso me hace libre para escoger mi vocación. Bendiciones hermano.

Jack Celliers dijo...

"Meramente ético"! Expresión curiosa...

Espirtual Fighter dijo...

Eduardo: Encantado de ver que has vuelto a postear uno de tus pensamientos que tan bien expresas y tanto nos hacen pensar. Creo que tu propuesta es muy válida, lo díficil sería muchas veces tratar de llevarla a cabo cuando nos lo impiden el egoísmo y las excusas mentales (que hay que ver hasta que punto son válidas) de que la decisión que estamos a punto de enfrentar no tiene nada que ver con el amor lo cual es la mayoría de las veces falso.

Griselda García dijo...

me encantó el planteo!

Marina dijo...

Y como decía San Juan de La Cruz, "en el atardecer de la vida, seremos juzgados en el amor." Yo creo que nos vamos a encontrar en el Reino con muchas sorpresas...ojalá que nuestra presencia sea una de ellas ;-). Un abrazo en el ya pero todavía no ;-)

Anónimo dijo...

Eduardo, te llego mi mail contestando el tuyo?
Rome

Cristian dijo...

Eduardo:
Pasaba a desear Feliz Pentecostés... oye, otra cosa, voy a Buenos Aires en Junio. Bendiciones.

Anónimo dijo...

Buscando en la web cosas de Hugo Mujica, vine a parar a tu blog... y me pase gran parte de la tarde/nochecita del sabado leyendolo. Encontre muchas reflexiones interesantes... parafraseando a
Eduardo Galeano: muchas cosas de esas que "rascan"; pero por suerte, en este caso, "rascan" donde "pica". Ya lo adicioné a mis favoritos. Un beso,

Anónimo dijo...

No se como hice pero publique antes de terminar de escribir mi nombre! Soy Cris, de Banfield.

Raquel dijo...

FELIZ PENTECOSTÉS!!

Pablo Muttini dijo...

Eduardo, te agrego una pregunta que por conocida no deja de ser definitiva; siempre me ayuda ante la duda hacer silencio y rumiar: ¿Qué haría Jesús en mi lugar?. Terrible. Dulcísima. Nunca falla.
Abrazo
Pablo