Aunque la noche arrecie
es necesario seguir
algo me palpita
y me ilumina desde adentro
luz oscura
que empuja y susurra
en las horas vacías
fuego
en esas horas
donde la promesa se esconde
para cambiar de piel
y andar más cómoda
algo me palpita
¿será que me está creciendo
la promesa?
lunes, septiembre 22, 2008
Canciones que alegran
Me puse a hacer una playlist de temas que últimamente me alegran. Ahí va, sin otro criterio que el simple (pero nada despreciable) hecho de que me pone contento el mero hecho de escucharlas.
1. Merry Happy - Kate Nash
2. Bad Day - Daniel Powter
3. Here comes the sun - The Beatles
4. We can work it out - The Beatles
5. Pa' los changos - Dúo Coplanacu
6. Qué Bello Abril - Fito Páez
7. High - Ligthhouse family
8. Rescue Me - Fontella Bass
9. Soul Man - Sam & Dave
10. Miracle - Queen
11. Life is a highway - Rascal Flatts
12. Do the Whirlwind - Architecture in Helsinki
1. Merry Happy - Kate Nash
2. Bad Day - Daniel Powter
3. Here comes the sun - The Beatles
4. We can work it out - The Beatles
5. Pa' los changos - Dúo Coplanacu
6. Qué Bello Abril - Fito Páez
7. High - Ligthhouse family
8. Rescue Me - Fontella Bass
9. Soul Man - Sam & Dave
10. Miracle - Queen
11. Life is a highway - Rascal Flatts
12. Do the Whirlwind - Architecture in Helsinki
martes, septiembre 16, 2008
Explicación de un símbolo: la cruz del Cordero
Algo dije sobre esta cruz hace muy poco. En estos días he meditado sobre su valor y su importancia para mí.
Hace tiempo había visto a un amigo llevar esta cruz pero tengo que reconocer que en ese momento no me llamó demasiado la atención. Pero a lo largo del año pasado, distintos acontecimientos, diferentes situaciones me llevaron a meditar sobre la mansedumbre de Jesús, sobre el despojo y la humildad de su camino. Aún la victoria de Jesús es mansa: la luz de la Pascua es una luz serena, de mañana, como el sol del alba que ilumina sin encandilar.
Entonces la imagen de Jesús Cordero me llegó al corazón con una fuerza desconocida hasta entonces. Jesús es realmente el manso que transforma todas las situaciones desde su amor inerme, desarmado. En medio de un mundo violento, donde tantos pelean por el poder, el secreto de la historia se juega en la entrega humilde y silenciosa de un hombre que da la vida por amor.
Esto necesariamente voltea todas nuestras estructuras y pretensiones, invita a la conversión y a la vez, da un profundo consuelo: nuestro Dios se hace presente de modo silencioso pero real en todas las situaciones de dolor para llenarlas con su presencia y su amor. Desde abajo, desde lejos, desde lo que para otros es despreciable e indigno de consideración, llega la salvación de Dios. Por eso sabemos que no hay situación, por difícil y lejana que sea que Jesús no pueda compartir con nosotros. Sólo el que acepta la mansedumbre y la humildad puede generar ese espacio abierto necesario para amar a los demás.
Para mí esta cruz se ha vuelto un símbolo de camino espiritual y de búsqueda como cristiano y como cura. Estoy cada vez más convencido de la necesidad que tenemos todos de un amor así: manso, misericordioso, tierno... pero a la vez firme y apasionado porque el camino del Cordero es un camino de cruz y compromiso hasta el fin.
Hace tiempo había visto a un amigo llevar esta cruz pero tengo que reconocer que en ese momento no me llamó demasiado la atención. Pero a lo largo del año pasado, distintos acontecimientos, diferentes situaciones me llevaron a meditar sobre la mansedumbre de Jesús, sobre el despojo y la humildad de su camino. Aún la victoria de Jesús es mansa: la luz de la Pascua es una luz serena, de mañana, como el sol del alba que ilumina sin encandilar.
Entonces la imagen de Jesús Cordero me llegó al corazón con una fuerza desconocida hasta entonces. Jesús es realmente el manso que transforma todas las situaciones desde su amor inerme, desarmado. En medio de un mundo violento, donde tantos pelean por el poder, el secreto de la historia se juega en la entrega humilde y silenciosa de un hombre que da la vida por amor.
Esto necesariamente voltea todas nuestras estructuras y pretensiones, invita a la conversión y a la vez, da un profundo consuelo: nuestro Dios se hace presente de modo silencioso pero real en todas las situaciones de dolor para llenarlas con su presencia y su amor. Desde abajo, desde lejos, desde lo que para otros es despreciable e indigno de consideración, llega la salvación de Dios. Por eso sabemos que no hay situación, por difícil y lejana que sea que Jesús no pueda compartir con nosotros. Sólo el que acepta la mansedumbre y la humildad puede generar ese espacio abierto necesario para amar a los demás.
Para mí esta cruz se ha vuelto un símbolo de camino espiritual y de búsqueda como cristiano y como cura. Estoy cada vez más convencido de la necesidad que tenemos todos de un amor así: manso, misericordioso, tierno... pero a la vez firme y apasionado porque el camino del Cordero es un camino de cruz y compromiso hasta el fin.
jueves, septiembre 11, 2008
¡Estoy vivo...
... y el blog también! Pero estuve de retiro y a las corridas. Prometo posts prontamente (y de paso un poco de aliteración).
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