martes, julio 31, 2007

¿Por qué será que nos aferramos tanto al pasado? Quizás sea por el miedo que da ese espacio, inevitable pero temible, en que tenemos que permanecer con las manos vacías hasta que el futuro las llene con su promesa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me dejaste pensando con la frase. Y pensé que las heridas sin curar, que piden piedad, son las que nos tiran hacia atrás. Si el pasado llama, humildemente creo que hay que oirlo. Habrá que ocuparse de sanarlo y resignificarlo, sólo entonces se podrá ir hacia adelante.
Saludos!!