Los que saben dicen que más que una época de cambios atravesamos un cambio de época o "cambio epocal", como los amantes de los neologismos gustan expresar.
Un mundo está terminando de caer. Otro espera a surgir a la luz. Y mientras tanto, estamos nosotros intentando encontrar el camino. ¿Qué hacer? ¿Sostener lo que de por sí se está cayendo? ¿Contribuir alegre y despreocudamente a su destrucción, acelerando los ritmos naturales? ¿O simplemente quedarse al margen y procurar vivir lo mejor posible? Preguntas que supongo se harán todos los que viven en épocas de crisis.
Es tiempo de noche. De asumir la perplejidad que nos produce esta realidad tan cambiante y exigente, que no se rinde ni a los más exhaustivos análisis.
Pero esto no puede ni debe ser algo malo. Es una oportunidad, un desafío.
Quizás uno de los posilbes puntos de apoyo sea buscar "expertos en noches" que nos den pistas (no soluciones, porque cuando uno camina en la noche necesita orientación más que mapas precisos), mujeres y hombres que sepan de perderlo todo y empezar de nuevo, del dolor y la vida que se abre paso en medio de él. Personas que hayan atravesado el silencio, la herida y la pérdida para enriquecernos con su pobreza, con su fragilidad abrasada en luz humilde de vida. Gente con espíritu de Pascua, de paso, de muerte y resurrección. Será cuestión de buscarlos y preguntarles ¿cómo hicieron?
Un mundo está terminando de caer. Otro espera a surgir a la luz. Y mientras tanto, estamos nosotros intentando encontrar el camino. ¿Qué hacer? ¿Sostener lo que de por sí se está cayendo? ¿Contribuir alegre y despreocudamente a su destrucción, acelerando los ritmos naturales? ¿O simplemente quedarse al margen y procurar vivir lo mejor posible? Preguntas que supongo se harán todos los que viven en épocas de crisis.
Es tiempo de noche. De asumir la perplejidad que nos produce esta realidad tan cambiante y exigente, que no se rinde ni a los más exhaustivos análisis.
Pero esto no puede ni debe ser algo malo. Es una oportunidad, un desafío.
Quizás uno de los posilbes puntos de apoyo sea buscar "expertos en noches" que nos den pistas (no soluciones, porque cuando uno camina en la noche necesita orientación más que mapas precisos), mujeres y hombres que sepan de perderlo todo y empezar de nuevo, del dolor y la vida que se abre paso en medio de él. Personas que hayan atravesado el silencio, la herida y la pérdida para enriquecernos con su pobreza, con su fragilidad abrasada en luz humilde de vida. Gente con espíritu de Pascua, de paso, de muerte y resurrección. Será cuestión de buscarlos y preguntarles ¿cómo hicieron?