viernes, octubre 09, 2009



Vivir en el amor no es tarea fácil. Pero a la vez es la tarea más bella y noble que hay. Es el “camino mejor” del que hablaba San Pablo, y es justamente eso: un camino. Algo que se vive de a etapas, de a poco y que no se puede acelerar demasiado, porque es una peregrinación y no una carrera.





Las carreras uno las corre solo. Las peregrinaciones se hacen despacio y, en general, con otros, en un mutuo acompañarse que es uno de los dones más preciados de la experiencia. Por eso hay que tener paciencia y disfrutar del recorrido. Estar en el camino ya es, en cierta manera, estar también participando de la alegría de la meta, del destino.

5 comentarios:

Patri dijo...

Lindísimo Edu !!!

Cris M dijo...

Genial! Me parecen excelentes tus observaciones, siempre aportan un algo más, una imagen gráfica para las palabras. Un beso,

Luis Pedro dijo...

Permiso don Edu:

hablar de "camino" supone impregnarse de la dinámica que el argumento imprime: la trama andante de la vida. No se podrá eludir la visitación de las rutas que otros/as anduvieron, de senderos abiertos que tal vez ya no se recorren y de los que habiéndose caminado con fervor y fruto ya no pueden transitarse por el entramado vital de la cultura actual.
Un texto sobre el camino debe ser muy andariego, como el arriero.
Tu comentario está sobre un camino porque se apoya en uno, porque deja otro o porque crea un tercero. O también puede estarlo en cuanto que busca dar cuenta de un camino sobre el que no se está, o de otro por donde no se sabe que ya se transita. O porque intenta balbucear sobre esa situación particular cuando el sendero por el que se viene comienza a desaparecer, o por aquella otra en que los únicos recorridos posibles son los nuevos que han de crearse en el preciso momento en que se arriesga el paso.
Qué interesante tu comentario del blog. Ojalá pueda dar lugar a una sinfonía de voces creyentes, dudantes, perplejas, lejanas, experimentadoras, las que, junto a un coro incontable y nunca clausurado, ensayan decir lo humano y lo divino en sus convergencias y conflictos, en sus ausencias y visitas... Tal vez se trate de insertarse en la propia trayectoria en los muy distintos recorridos posibles, de seguir explorando itinerarios con nuevas compañías...

Daniel Espinoza dijo...

Hola soy Daniel y te invito a que pases por mi blog de consolación http://sedconsolacion.blogspot.com/

Hemos querido acoger el servicio de la consolación como recuerda San Pablo a las primeras comunidades en sus viajes apostólicos. De hecho su misión se identifica con la consolación de Dios a su pueblo sintiéndose portador de un consuelo profundo que él proyecta en su ministerio. A imitación de María cada uno de nosotros debe de mostrarse como el lugar de la consolación de Dios.

Yo soy misionero en mi corazón y tu también.

SCJM: Sed Consolación Jóvenes Misioneros

Anónimo dijo...

Gracias por tus buenas entradas, hermano. Soy Carmen, de Barcelona... y la verdad es que me llegan tus entradas...

Si...ese AMOR...que espera ser encontrado...para podernos encontrar en ÉL...

Ese Amor invisible...que se hace visible y palpable...con los ojos del Corazón.

Un Abrazo en CRISTO.

Carmen.

concienciaprimordial.blogspot.com
indivisemanenet.blogspot.com