De eso habla el Evangelio de hoy (miércoles de la Semana XI del tiempo durante el año). Qué momento glorioso cuando los gestos de amor se han vuelto tan parte nuestra que justamente ni siquiera nos damos cuenta que estamos amando. Esta frase de Jesús me hace acordar a esa frase budista que afirma "El mejor Buda es el que no sabe que está iluminado". Lo más lindo de los santos es que ellos viven así, y que van desparramando amor casi sin darse cuenta, de la misma manera que uno ve a un deportista moverse con agilidad que parece espontánea y natural simplemente porque se ha vuelto un virtuoso de lo suyo y así ni siquiera piensa en lo que está haciendo.
1 comentario:
Querido padre:
Su anterior foto oficial, la de la casulla, era más venerable, digámoslo así.
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