El otro día hablaba con una futura psicóloga que me comentaba sobre su tesis de licenciatura en torno al concepto del "flow" en la psicología positiva. Más allá de las elaboraciones teóricas en torno al tema, me puse a pensar en los momentos en los que uno se siente justamente "en la zona", como dicen los norteamericanos, cuando hay una conjunción de factores internos y externos armonizados que hacen que todo transcurra "fluidamente", valga la redundancia. Un ejemplo que me vienen a la mente es ver a Michael Jordan prácticamente flotando a través de una maraña de jugadores tirándose encima de él.
Quizás lo mejor de esos momentos es que uno no piensa, no hace, no siente, sino que simplemente es. Es en eso que se está haciendo, o mejor, otro es, algo que no es uno mismo y sin embargo es lo mejor de uno mismo sale a la luz. Escuchando sobre este concepto me acordé de lo que leía en Zen en el arte de tiro con arco, cuando el aprendiz finalmente deja que "ello" tire la flecha y por eso mismo acierta.
En estos momentos estoy leyendo un libro muy bueno de Julia Cameron, "The right to write" donde ella insiste en que lo que uno escribe quiere ser escrito. Dentro nuestro hay un artista, un creador (en el sentido amplio y no sólo estético de la palabra) que quiere salir a la luz. Son nuestros miedos, trabas y mezquindades (nuestro "yo" pequeño) los que le impiden terminar de nacer. Tal vez por eso el principal trabajo para la creatividad sea el silenciar esos gritos internos, correrse del medio, para que entrar en ese flujo de vida que nos hace sentir tan bien cuando nos impulsa hacia "la zona".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario